Más de 30 años de música y de vivencias. Eso es justo lo que compartió anoche con sus fans malagueños Laura Pausini, una de las artistas italianas más queridas de las últimas décadas, desde que entró en las vidas de los españoles con su inmortal Se fue. Este jueves noche, el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena, completamente abarrotado (el sold out se selló hace varias semanas) se convirtió en un santuario de emociones para acompañar a la carismática intérprete de Faenza. Nadie se lo quiso perder, tampoco sus compañeras de profesión Vanesa Martín y Pastora Soler, que acudieron a la cita con la Pausini como dos seguidoras más.
Con su presencia imponente, la cantante desbordó carisma y pasión, alternando entre su inconfundible romanticismo y la energía arrebatadora que caracteriza sus directos. Comenzó con El primer paso en la luna y no se dirigió al respetable hasta el final de la sexta canción. Y lo hizo con un discurso muy emotivo: «Quiero dedicar el concierto a las víctimas de la DANA. En mi pueblo ocurrió algo parecido el año pasado, mis familiares y yo sabemos bien lo que es una tragedia así. Voy a hacer todo lo posible para que esas personas puedan evadirse», comunicó al público antes de sentencer: «Bienvenidos, quiero que os sintáis en casa, en mi casa. Esta noche soy muy malagueña. Espero ser para vosotros una buena boquerona».
Escenografía La escenografía fue un espectáculo en sí misma. Una lluvia de luces, pantallas que narraban historias y una banda magistral, liderada por Paolo Carta, su marido y guitarrista, dieron vida a cada nota. Era evidente que cada detalle había sido meticulosamente cuidado, desde el diseño visual hasta el orden de las canciones., ideado para repasar las eras de la italiana.
Fue una velada muy extensa, con casi treinta canciones y muchos momentos especiales, personales: compartió en las pantallas vídeos privados, como el de su pedida de mano (se lo pidió ella a él), de su boda, confesó cómo escribió Celeste cuando atravesaba un duro camino para poder ser madre (hoy es madre de una hija, Paola, de 11 años). O como el momento en que subió al escenario a un niño para recordar junto a él uno de sus momentos profesionales y vitales fundamentales: «Por favor, encended los flashes para mostrarle el cielo estrellado que yo vi cuando gané el Festival de San Remo». Por supuesto, cayeron sus grandes éxitos, como Amores extraños, Se fue y La soledad, mientras presentaba su último trabajo, Anime Parallele / Almas Paralelas.
Laura Pausini, en su concierto en Málaga / Sonia Segura
En definitiva, más de tres horas de espectáculo en los que la italiana, diva cercana, sonriente y afable, demostró que sólo se necesita una garganta prodigiosa y un corazón que late fuerte para emocionar a un público dispuesto a compartir sentimientos.