OpenAI ha respondido a la demanda de Elon Musk. Los responsables de ChatGPT ha publicado un comunicado en el que revelan que el magnate tecnológico apoyó los planes para que la compañía de inteligencia artificial (IA) tuviese una filial con ánimo de lucro y le han acusado de querer hacerse con su «control absoluto».
En 2015, Musk cofundó OpenAI junto a un grupo de conocidos inversores, científicos e informáticos. Entonces establecieron que se trataría de una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo era desarrollar la IA en «beneficio de la humanidad». Sin embargo, su estructura ha cambiado mucho desde entonces, añadiendo una filial que busca maximizar los beneficios económicos. Musk considera que eso supone una violación de su misión fundacional y por eso el pasado viernes demandó a la empresa, a su consejero delegado, Sam Altman, y a su presidente, Greg Brockman. La denuncia también los acusaba de incumplir su acuerdo para poner los avances de esta tecnología «a libre disposición del público» al aliarse con Microsoft, que ha invertido un total de 13.000 millones de dólares en la compañía.
OpenAI tiene otra versión de la historia. La ‘startup’ ha sacado a la luz varios correos electrónicos que muestran cómo, en 2017, Musk y la directiva acordaron crear la filial con ánimo de lucro que ahora ha denunciado. Altman y Brockman planearon recaudar 100 millones de dólares, pero el magnate les propuso ir más allá. «Creo que deberíamos decir que estamos empezando con un compromiso de financiación de 1.000 millones», señaló en un mensaje interno de sus negociaciones.
OpenAI también acusa a Musk de intentar hacerse con el «control absoluto» de la compañía. «Elon quería una participación mayoritaria, el control inicial del consejo de administración y ser consejero delegado», reza el comunicado. «En medio de estas discusiones, retuvo la financiación» como mecanismo de presión. Aun así, su estrategia no cuajó y sus peticiones fueron rechazadas. Entonces, sugirió fusionar OpenAI con Tesla, la compañía de vehículos eléctricos que dirige desde 2008, como «su vaca lechera». «Tesla es el único camino que podría equipararse a Google», entonces líder en el desarrollo de IA, dijo. Ese plan tampoco prosperó.
«Elon quería una participación mayoritaria, el control inicial del consejo de administración y ser consejero delegado»Finalmente, en 2018 Musk abandonó el consejo de administración de OpenAI. En un correo aseguró a sus antiguos compañeros que la probabilidad de éxito de la empresa «era zero». «Incluso recaudar varios cientos de millones no será suficiente», auguró. En esos mensajes finales, Musk les informó que construiría un empresa de IA para competir con ellos.
Musk contra el auge de OpenAISeis años después, el segundo hombre más rico del mundo está tratando por todos los medios de vencer a OpenAI. La compañía liderada por Altman se ha convertido en el gran referente del sector después de lanzar ChatGPT y otros sistemas avanzados de IA generativa como DALL-E o Sora. Su valoración actual supera los 80.000 millones de dólares, según un acuerdo que avanzó ‘The New York Times’. Su impulso también ha arrastrado a Microsoft, que ha adelantado a Google y se ha convertido en la empresa más valiosa del mundo.
Por su parte, Musk pidió pausar el desarrollo de sistemas de IA bajo premisas apocalípticas, pero tan solo un mes después se supo que había creado su propia empresa para competir en los mercados. Mientras no lo logra por esa vía, el magnate ha optado por tratar de vencer a OpenAI los juzgados.
