El primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, no tiene ninguna intención de detener su maquinaria de guerra en Gaza en cuanto acabe la tregua de cuatro días para la liberación de rehenes pactada con Hamás. Durante su primera visita al territorio palestino desde el inicio del conflicto, ha conminado al personal militar israelí a continuar con la ofensiva, según se constata en un vídeo difundido por su Gabinete. «Continuamos hasta el final; nada nos detendrá», proclamó, desafiante. «Tenemos tres objetivos: eliminar a Hamás, traer de vuelta a todos nuestros secuestrados y garantizar que Gaza no se convierta de nuevo en una amenaza para Israel», continuó.
Pese a las desafiantes declaraciones del líder israelí, la liberación de rehenes continúa. Citando a fuentes militares israelís, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha anunciado este domingo a media tarde que 17 rehenes capturados el 7 de octubre, 14 de nacionalidad israelí y tres extranjeros, ya habían salido de la franja y estaban regresando a Israel. De acuerdo con la Oficina del Primer Ministro, entre los liberados se encuentran mujeres, ancianos, adolescentes y niños. Los extranjeros eran tres de nacionalidad tailandesa y otro de nacionalidad rusa. En Israel, muchos familiares de los secuestrados han acudido a los hospitales para recibir a sus seres queridos.
El alto el fuego en Gaza, de momento, no se está reproduciendo en otros puntos de la palestina ocupada Al iniciarse la tregua hace dos días, muchos expertos recordaban que este alto el fuego solo era vinculante en la Franja de Gaza. No se aplicaba en la Cisjordania ocupada, donde colonos y soldados llevan casi dos meses sometiendo a la población a asesinatos diarios, desposesión continua y graves restricciones de movimientos. Por eso, el asesinato de ocho palestinos en incursiones e incidentes en los territorios palestinos ocupados durante las últimas horas no ha puesto en riesgo los frágiles acuerdos entre Hamás e Israel. Tampoco, de momento, el ataque israelí a un grupo de agricultores en el campo de refugiados de Maghazi, en el centro de la Franja de Gaza, que ha provocado la muerte de uno de ellos, ha comprometido el alto el fuego. Aunque muchos gazatís han decidido aprovechar el parón en los bombardeos para volver a sus hogares y retomar el cultivo de la aceituna, los soldados israelís no se lo han permitido.
Mientras 13 familias disfrutan del reencuentro con sus seres queridos cautivos, las 200 restantes siguen aguardando su retorno tras 51 días de cautiverio. La tensión vivida el sábado sirve de advertencia para mantener las expectativas bajas. Hasta el último momento, Hamás no dejó claro si iba a liberar a los 13 israelís y los cuatro extranjeros que secuestró el pasado 7 de octubre. Pero, finalmente después de una concienzuda negociación por parte de los qatarís y amenazas de retomar las operaciones terrestres por parte de Israel, la liberación tuvo lugar con imágenes de agradecimiento y simpatía entre los cautivos y sus secuestradores. Durante esta mañana de domingo, aún planean las dudas sobre la posibilidad de que un nuevo grupo de israelís vuelvan a sus hogares pronto. Tras unas declaraciones de la Cruz Roja alimentando la incertidumbre, Egipto ha confirmado que ha recibido una lista con los 13 israelís y 39 palestinos que serán liberados este domingo.
El Ejército israelí considera que el retraso en la liberación de los secuestrados este sábado se debió a la pérdida de control de Hamás en el norte de la Franja de Gaza, lo que provocó una falta de comunicación sobre el cumplimiento de los términos del acuerdo de alto el fuego. La milicia palestina alegaba que Israel no había permitido la entrada de ayuda humanitaria en el norte del enclave, incumpliendo el pacto para la liberación. «El traslado de los secuestrados en la Franja de Gaza es complejo, están tratando de hacerlo de forma oculta a los ojos del ejército», han declarado altos oficiales militares a medios israelís. También han informado que sus tropas están aprovechando la pausa en los combates para renovar sus fuerzas y mejorar los planes para la siguiente etapa de los combates en Gaza. Israel ya ha dejado muy claro antes de iniciarse la tregua y durante su aplicación que es totalmente temporal y que volverán a caer las bombas sobre el enclave.
«Combustible para encender la revolución» Por su parte, el funcionario de Hamás, Abed al Hakim Hanini, ha dicho que los «crímenes» que Israel está cometiendo en la ciudad ocupada de Yenín en Cisjordania y sus campamentos «no pasarán desapercibidos». Al menos cinco personas han sido asesinadas por el Ejército israelí con un dron esta noche en el campo de refugiados de Yenín, uno de los principales bastiones de la resistencia palestina. En declaraciones recogidas en el canal Telegram de Hamás, Hanini afirma que su partido dará una «respuesta proporcionada a este crimen», añadiendo que «la sangre de los mártires no se desperdiciará, sino que será combustible para encender el fuego de la revolución en la cara de la ocupación en todas las áreas». Unos 238 palestinos han muerto en territorio cisjordano desde que empezó la guerra hace menos de dos meses, y los arrestados superan los 2.000, entre los cuales hay más de mil de ellos sospechosos de tener lazos con Hamás.
A su vez, un petrolero vinculado a una empresa filial de Israel ha sido abordado frente a las costas de Yemen, ha informado la empresa de seguridad marítima Ambrey a AFP, tras una serie de incidentes en la misma ruta marítima. «Las fuerzas navales estadounidenses están involucradas en la situación» después del incidente que involucró al buque Central Park, propiedad y administrado por una compañía con sede en el Reino Unido y vinculada a Israel. Este ataque se suma al secuestro de otro buque naval relacionado con Israel por parte de los hutís de Yemen la semana pasada. Mientras, el sur del Líbano aguanta la respiración en este tercer día de tregua a la espera de que se reinicien los enfrentamientos entre el Ejército israelí y la milicia libanesa Hizbulá.