La persona más longeva del mundo, la española María Branyas Morera, que nació en Estados Unidos en 1907 y vivió dos pandemias y dos guerras mundiales, murió a los 117 años, informó su familia.
“Maria Branyas nos ha dejado. Murió como ella deseaba: mientras dormía, en paz y sin dolor”, escribió su familia en su cuenta de X el martes. “Siempre la recordaremos por sus consejos y su amabilidad”.
Branyas, que vivió durante las últimas dos décadas en la residencia de ancianos Santa María del Tura, en la ciudad de Olot, en el noreste de España, había dicho en una publicación que se sentía débil. “El momento está cerca. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo, no sufráis por mí. Dondequiera que vaya, seré feliz”, dijo en la publicación en su cuenta, que es administrada por su familia.
Guinness World Records había reconocido oficialmente el estatus de Branyas como la persona más anciana del mundo en enero de 2023, tras la muerte, a los 118 años, de la monja francesa Lucile Randon.
La persona viva de mayor edad en la actualidad es la japonesa Tomiko Itooka, que nació el 23 de mayo de 1908 y tiene 116 años, según el Grupo de Investigación en Gerontología de Estados Unidos.
Branyas, que vivió la gripe de 1918, la primera y la segunda guerra mundial y la guerra civil española, contrajo la COVID-19 en 2020, apenas unas semanas después de cumplir 113 años. Estuvo confinada en su habitación de la residencia, pero se recuperó por completo.
Su hija menor, Rosa Moret, atribuyó en una ocasión la longevidad de su madre a la genética. “Nunca ha ido al hospital, nunca se ha roto ningún hueso, está bien, no tiene dolores”, declaró Moret a la televisión catalana en 2023.
Branyas dijo al sitio web Guinness World Records que creía que su longevidad se debía al “orden, la tranquilidad, la buena conexión con la familia y los amigos, el contacto con la naturaleza, la estabilidad emocional, no tener preocupaciones, no arrepentirse, mucha positividad y mantenerse alejado de las personas tóxicas”.
“Creo que la longevidad también tiene que ver con la suerte”, dijo Branyas, quien utilizó un dispositivo de voz a texto para expresarse más adelante en su vida.
Nació en San Francisco el 4 de marzo de 1907, poco después de que su familia se trasladara a Estados Unidos desde México. Después de pasar también un tiempo en Texas y Nueva Orleans, la familia regresó a su España natal en 1915, cuando la Primera Guerra Mundial estaba en marcha, lo que complicó el viaje a través del Atlántico.
La travesía estuvo marcada por la tragedia: su padre murió de tuberculosis hacia el final del viaje y su ataúd fue arrojado al mar.
Branyas y su madre se instalaron en Barcelona. En 1931, cinco años antes del inicio de la guerra civil española (1936-39), ella se casó con un médico. La pareja vivió junta durante cuatro décadas hasta que su marido murió a los 72 años. Tuvieron tres hijos (uno de los cuales ya falleció), 11 nietos y muchos bisnietos.
Manel Esteller, parte de un equipo de investigadores de la Universidad de Barcelona que estudió el ADN de Branyas para determinar las causas de su longevidad, dijo al diario español ABC en octubre de 2023 que estaba sorprendido por su buena salud.
“Tiene la mente completamente lúcida, recuerda con una claridad impresionante episodios de cuando tenía tan solo cuatro años y no tiene ninguna enfermedad cardiovascular, algo habitual en la tercera edad. Lo único que tiene son problemas de movilidad y de audición. Es increíble”, afirma el profesor de genética.
La persona verificada de mayor edad que haya vivido fue Jeanne Louise Calment, una mujer francesa que murió en 1997 a la edad de 122 años y 164 días.