Han pasado 32 años desde que Michael Connelly hiciera debutar a Harry Bosch en las páginas de ‘El eco negro’, creando un personaje que se ha convertido en un clásico de la novela negra contemporánea. A lo largo de sus 25 novelas como protagonista o coprotagonista (además de unas cuantas en las que aparece como secundario) a Bosch le hemos visto, en su primera época, trabajar como inspector en la policía de Los Ángeles, luego meterse a detective privado (cuando tuvo que salir durante un tiempo del cuerpo) y finalmente jubilarse, aunque siempre se las ha arreglado para seguir investigando casos de asesinato que dejó sin resolver durante su carrera. El cáncer, además, tiene ya a nuestro querido y septuagenario Bosch bastante limitado, aunque Connelly ha querido ahora volver a darle su cuota de protagonismo en ‘La espera’ (AdN, Alianza de Novelas), donde el escritor norteamericano, nacido en 1948 en Filadelfia, vuelve a plasmar magistralmente la compleja realidad de esa megaurbe que es Los Ángeles a través de su sistema policial y judicial y, también, de sus miserias políticas.
En este nuevo relato, Connelly utiliza de nuevo el recurso de introducir varias tramas en la misma novela, algo que le ha funcionado muy bien en libros anteriores. Así, por un lado, la policía Renée Ballard, jefa de la Unidad de Casos Abiertos (y a la que ya conocemos de novelas anteriores), busca el rastro de un violador múltiple al que hace años se le perdió la pista. Al mismo tiempo, tendrá que resolver un problema que puede acabar con su carrera como detective: le han robado la placa, el arma y la identificación, y tendrá que recuperarlas sin dar parte del robo, por lo que pedirá ayuda a Harry Bosch.
La tercera parte sobre la que descansa ‘La espera’ tiene que ver, ni más ni menos con el caso del asesinato sin resolver más famoso de la ciudad de Los Ángeles: el de la joven Elizabeth Short, tristemente conocida como ‘La Dalia negra’, cuyo cadáver apareció salvajemente mutilado en 1947. Será precisamente la hija de Harry Bosch, Maddie, que también es policía y que entra como voluntaria en la Unidad de Casos Abiertos, la que encuentre una información que podría suponer el esclarecimiento de tan legendario caso.
Relatos precisos Connelly, como en todos sus libros, vuelve a confeccionar para sus lectores un relato trepidante, de los que no se pueden dejar de leer hasta la última página, y cuyos engranajes funcionan con la perfección de un reloj suizo. El escritor en ese aspecto es todo un experto, ya que posee un conocimiento palmario del sistema judicial y policíaco de Los Ángeles ya que antes de dedicarse por completo a la escritura, trabajó durante una década como periodista de la sección de sucesos para un diario de la capital angelina. Y hay en cada libro infinidad de detalles que reflejan el interés de Connelly de que sus novelas sean completamente verosímiles a nivel de investigación policial y desarrollo judicial, y que respondan siempre a la más plena actualidad. La pandemia, por ejemplo, apareció fielmente reflejada en su momento, con los personajes llevando las mascarillas y reflejando la inquietud social de los años del Covid.
Los últimos libros, además, incorporan las nuevas técnicas de investigación policial, desde la aplicación del ADN a casos antiguos al rastreo de personas por genealogía. En ‘La espera’, Connelly ha introducido además el factor político como elemento de tensión en la sociedad norteamericana, con una importante referencia al famoso asalto al Capitolio por parte de partidarios trumpistas en enero de 2021.
Justicia contra al crimenLa nueva novela de Connelly, por lo demás, prosigue con la trayectoria vital que el escritor viene dando a cada uno de sus personajes. René Ballard es una policía cada vez más madura pero con fantasmas familiares por resolver, mientras que la figura de Harry Bosch, castigada tras los tratamientos de quimioterapia, aparece ante los ojos del lector cada vez más crepuscular. En realidad, la única gran preocupación que le queda a Bosch es que su hija Maddie, que tiene ya 26 años, no sufra en su trabajo como policía las heridas emocionales que él mismo bien conoce, derivadas de todos los horrores que ha tenido que ver durante su carrera. Pero todo parece indicar que tanto Ballard como Maddie seguirán la estela moral de Harry Bosch, cuyo lema policial (ese famoso ‘Todo el mundo cuenta o nadie cuenta’) le ha llevado siempre a desvivirse por meter al criminal entre rejas como única forma de buscar algo de reparación para las víctimas. Aunque ello le haya grajeado la enemistad de los altos mandos policiales (algo que también le pasa a Ballard).
Y es que Michael Connelly, admirador de Raymond Chandler, ha insuflado en sus personajes algo de semejanza con su Marlowe: almas idealistas que se enfrentan a un mundo de crimen y corrupción. Es a sus víctimas a quien Bosch tratará de seguir haciendo algo de justicia, aunque ya está pasando el testigo a la nueva generación.
La esperaAutor: Michael Connelly
Editorial: Alianza de Novelas (AdN)
Traducción: Javier Guerrero
Páginas: 447
Precio: 21,95 €