Cinco años después del estallido del conocido como «Merlos Place», el Tribunal Supremo ha cerrado el proceso judicial con una indemnización de 150.000 euros a favor del periodista Alfonso Merlos. La sentencia considera que los contenidos emitidos por Mediaset en distintos programas supusieron una intromisión ilegítima en su vida privada, aunque reduce significativamente la cuantía que había sido reconocida en instancias previas.
La demanda original, presentada tras la emisión de imágenes grabadas durante una videollamada, solicitaba más de 3,5 millones de euros por daño moral y perjuicios reputacionales. Según el periodista, las consecuencias derivadas del caso incluyeron la pérdida de contratos y un deterioro grave de su imagen pública.
En primera instancia, el Juzgado de Móstoles otorgó 800.000 euros a Merlos y 385.000 a su empresa. Sin embargo, la Audiencia Provincial suprimió la parte empresarial y rebajó el importe, una decisión que fue recurrida por ambas partes. El alto tribunal ha ratificado el daño sufrido por el comunicador, pero considera desproporcionadas las cifras previas. La sentencia es firme y no cabe recurso sobre la misma.
La resolución judicial hace referencia a más de una treintena de emisiones en las que se abordaron aspectos personales ajenos al interés público, incluyendo mensajes privados y comentarios sobre su entorno doméstico. También se menciona que, tras la cobertura mediática del caso, Merlos perdió su colaboración con el Colegio de Abogados de Madrid.