El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska ha lanzado duras acusaciones contra sus antecesores del Partido Popular en el ministerio, denunciando que sus gestiones «impidieron la puesta en conocimiento de las autoridades judiciales» de las irregularidades que se dieron en la adjudicación y realización de obras en cuarteles de la Guardia Civil bajo mando del teniente general Pedro Vázquez Jarava.
Marlaska ha formulado esta acusación, rayana en la de obstrucción a la Justicia, durante una comparecencia a petición propia ante la Comisión de Interior, tras el escándalo y el rifirrafe políticos al que han dado lugar las noticias, adelantadas por este diario y otros de Prensa Ibérica, sobre corrupción en 193 obras en casas cuarteles de la Guardia Civil entre 2014 y 2018
Las fechas, el periodo, son en este caso un dato importante, porque en torno al calendario pivotan las acusaciones que el titular de Interior hace contra la anterior administración en su departamento, más concretamente contra la dirección que ejercieron los ministros Jorge Fernández Díaz y Juan Ignacio Zoido, el secretario de Estado de Seguridad José Antonio Nieto y el director general de la Guardia Civil José Manuel Holgado.
El de los cuarteles «es un caso de corrupción que afecta al partido Popular», ha aseverado Marlaska. El ministro ha recordado que fue en 2016 cuando Asuntos Internos de la Guardia Civil inició una investigación sobre los contratos menores o anticipos de caja que llevaron al constructor lanzaroteño Ángel Ramón ‘Mon’ Tejera a facturar 2,11 millones de euros a la Guardia Civil, en obras que «habían experimentado un inusual y considerable coste en su facturación durante el periodo 2014-2016».
Carrera meteórica Según ha recordado Grande-Marlaska, «se aprecia una posible duplicidad de obras o de simulación de las mismas», cuando «solo una de las empresas creadas por la persona investigada, figura en alta en el Registro de Empresas del Sector de la Construcción» que tenía la administración de la época.
Esa administración del PP cometió «graves anomalías, por decirlo suavemente». Se permitió -ha denunciado Marlaska- «que fuese el por entonces responsable del Mando de Apoyo de la Guardia Civil, quien no era otro que el propio teniente general Vázquez Jarava, quien respondieses al informe de Asuntos Internos». Eso forma parte de lo que ha descrito como «un carpetazo».
Marlaska ha recordado que Jarava «había sido protagonista de un ascenso inusualmente rápido». En ocho meses, fue ascendido de general de División a teniente general, «la carrera más meteórica en la historia del Cuerpo». Y ahí ha señalado frontalmente a Fernández Díaz.
Pero ha cargado también contra el equipo Zoido, en cuyo ministerio en la Guardia Civil se tomó «una resolución inédita, por no decir impresentable en un Estado de Derecho -ha dicho-. A mi forma de ver es gravísimo: el responsable político de la Guardia Civil ordena parar una investigación de Asuntos Internos».