Mario Casas presenta en el Festival de Cine de Paterna ‘Mi soledad tiene alas’, película con la que debuta como director. FERNANDO BUSTAMANTE
Tras 17 años como actor, debuta como director, ¿qué ha sido lo más complicado?
Hay muchos escalones que subir cuando haces una película y más cuando la escribes. Hace tres años y medio que empezamos con las primeras palabras de ‘Mi soledad tiene alas’. Ha sido un viaje de tirarse al vacío increíble, donde mi hermano Óscar es el protagonista de la película con chavales que hacían su primera película. Eran actores no profesionales. La película para mí ha sido un regalo. He aprendido mucho más sobre el cine, sobre hacer películas y todavía le he cogido más cariño y amor a la profesión.
Contaba que hay actores no profesionales. ¿Por qué decide apostar por ellos?
Quería una película muy de verdad, muy realista, con frescura… Y esto te lo dan los no actores. Tenía la idea de que siempre iba a ser Óscar el protagonista el día que hiciese una peli. Yo quería rodearlo a él de toda esa verdad. Él era el único actor. Quería sumergir a Óscar en ese barrio, en ese mundo y en esos chavales. Esos chavales le iban a aportar a Óscar esa verdad. Yo le decía a él que se agarrara en esos ensayos a esa verdad, a esa frescura…
¿Creaste al personaje un poco en torno a Óscar?
Fue el último en leer el guion. Cuando lo leyó, dijo que no tenía nada que ver con él y que eso no lo podía hacer. Él me decía que tendría que pillar a un chaval también desconocido, pero le dije que era él. Que yo iba a estar encima de él, que íbamos a trabajar muchísimo. Le pedí adelgazar, se rapó la cabeza… Al final es trabajo y trabajo. Me parece que no desentona nada de este mundo y ha hecho un trabajo precioso. Es un chaval que es artista, tiene una sensibilidad especial y tiene muchos demonios dentro por todo lo que ha vivido y por la familia desestructurada en la que ha nacido. Estoy muy feliz con el personaje que ha hecho.
¿Se siente orgulloso de su trabajo?
Sí. La gente que vea la peli va a ver un Óscar diferente, en un género que no se le ha visto, que tiene más peso y hay algo en la mirada sin hacer constantemente nada. Agarra muy bien al personaje. Con la edad que tiene, es un personaje que le tocaba hacer. Me parece que lo hace muy bien y para mí es excelente.
La película refleja esa soledad. ¿Se ha sentido sólo entre tanto éxito?
Sí. La soledad de la que hablo en la peli tiene que ver con la soledad de cada persona, pero, sobre todo, en el viaje. Cuando yo llego a Madrid con 18 años, me sentía sólo. Tuve que sacar esas alas y tuve que luchar para cumplir el sueño de ser actor. Dejé ese niño atrás y empecé a convertirme en un adulto. Es algo que le pasa a los personajes. Empiezan creyéndose los reyes del mundo, son unos niños y acaban haciendo un viaje hacia el preguntarse en qué se quieren convertir. Es un viaje hacia la madurez.
Ha hecho de malo en muchas películas y series y ahora le ha tocado a Óscar.
Es bueno. Es un personaje con una sensibilidad diferente. No es el típico «cliché» que esperas de un chaval de barrio, más macarra. Los chavales de barrio no son eso. Son chavales sensibles, con sueños… Con Óscar quería transmitir un chaval que no sabe cuál es su camino. Hay un momento que ella le pregunta qué es lo que quiere. No sabe responder y no sabe hacia dónde va. Está perdido y está sola.
¿Qué se lleva de esta película?
Me llevo un regalo y doy gracias a la productora por aceptar el guion y darme la oportunidad de contar una historia, sumergirme tres años y medio, querer y amar más el cine… Dar alas a todos esos chavales no profesionales y ojalá les haya dado una oportunidad más. Y, sobre todo. Óscar. Poder hacer una película con él y vernos en los mejores y en los peores momentos. Nuestra relación se ha afianzado más. Hemos visto al niño que cada uno lleva dentro.
¿Ha sido difícil diferenciar la faceta de hermano y de actor?
No. Le dije que iba a ser tratado igual que los demás actores. Cuando acababa el rodaje, no íbamos a casa en el mismo coche y cuando veníamos tampoco lo hacíamos juntos.Íbamos a mantener una distancia, él tenía que estar muy concentrado. Le di unas pautas para que me viese como director. Un par de veces se vino abajo porque al final la mirada mía hacia él… Pero ha sido un placer enorme.
Entre actor y director, ¿con qué se queda?
Al final soy actor. Es mi primera peli. Me considero actor y ahí ha estado mi carrera durante todos estos años. Acabo de hacer una peli con Rodrigo Cortés. Este otoño hago otra. El viaje es mucho más largo y necesitas mucho más tiempo para preparar una peli como director. Si la peli está en un buen lugar y no es un desastre, sí que volvería a contar alguna historia y volvería a ser mi hermano el protagonista seguro.