El proyecto angular de las últimas décadas para Acosol, la empresa pública de aguas de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental, está mucho más cerca de ser una realidad. El Consejo Nacional del Agua dio luz verde este jueves a la puesta en marcha de las obras para construir un nuevo embalse sobre el cauce del río Guadalete, en suelo gaditano pero a muy corta distancia de municipios del litoral malagueño como Estepona, Manilva o Casares.
Fuentes del ente mancomunado señalaron que la Junta licitó la redacción del proyecto en 2019, por un importe cercano a los 3 millones de euros, y que la intención de la administración autonómica es la de que los cerca de 60 hectómetros cúbicos que tendrá la nueva presa de Gibralmedina, que es como se denominará, beneficien a partes iguales al Campo de Gibraltar y a la Costa del Sol Occidental.
La consejera de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, celebraba la aprobación de manera conjunta en Madrid de los Planes Hidrológicos y los Planes de Gestión de Riesgo de Inundación de las cuencas intracomunitarias andaluzas, «como son Guadalete-Barbate, Tinto-Odiel-Piedras y las Mediterráneas». Calificó de «hito histórico» este paso dado por las administraciones implicadas porque «van a solventar la falta de planificación hídrica de casi cuatro décadas en nuestra comunidad autónoma».
No sólo se da luz verde ahora a la construcción de la presa de Gibralmedina, así como a la mejora de la presa de Cerro Blanco, en Coín. También se incorpora para La Axarquía su primera desoladora. La consejera afirma que con los Planes Hidrológicos «crearemos entre todos la Andalucía hídrica del futuro, contando con una inversión de 4.455 millones de euros en obras que tendrán, sin lugar a dudas, un importante impacto directo en la economía y los sectores productivos».
Acosol incide en que del montante global previsto la Junta de Andalucía aportará aproximadamente un 70 por ciento del total, más de 3.000 millones de euros, y ha agradecido que en un tema de Estado como es la lucha contra la sequía «las distintas administraciones trabajen conjuntamente por el bien de todos los territorios».
Así ha querido esta administración recordar que el agua del río Guadiaro sólo será trasvasada a Málaga «cuando sea necesario para garantizar el consumo humano en determinados periodos» como el actual. Así se recuerda que la presa de la Concepción, muy próxima al término municipal de Marbella, tiene una capacidad limitada que impide almacenar agua para garantizar el abastecimiento de la Costa del Sol más allá de un año.
Este factor ha propiciado que la propia Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental haya negociado con la del Campo de Gibraltar un posible trasvase, procedente de sus propios recursos en tierras gaditanas, para finales de este año. El mismo sólo se produciría con las garantías de los regantes de la provincia vecina ya aseguradas, en cuanto a sus necesidades hídricas, y en caso de que el próximo otoño no depare nuevas lluvias para rellenar el pantano de la Concepción.
Por otra parte, Andalucía aspira a convertirse en la primera comunidad autónoma de Europa en reutilización de aguas residuales, «con el objetivo de poner a disposición de los regantes y zonas verdes de nuestros municipios y ciudades terciarios para obtener un total de 140 hectómetros cúbicos de aguas regeneradas», como ha insistido la propia Carmen Crespo. La optimización del uso racional del agua ya se ha convertido en un «asunto urgente» en todas las provincias andaluzas.