La atracción de grandes eventos culturales y deportivos pasa por ser uno de los puntales de ese Madrid de moda que asombra al mundo al que no dejan de referirse la presidenta de la comunidad, Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida. Ambas administraciones han mostrado su entusiasta apoyo desde el principio a la llegada a Madrid de la Fórmula 1 mientras se ha tratado, sobre todo desde el Ayuntamiento, de nadar y guardar la ropa con los conciertos en el estadio Santiago Bernabéu hasta que el Real Madrid decidió en septiembre cancelar los que tenía programados después de que los vecinos judicializaran el asunto.
Los shows musicales se han desplazado al estadio Metropolitano, y con ellos, el descontento vecinal. Para no poner en riesgo la celebración de estos eventos después de lo ocurrido en el Bernabéu, con sanciones a los promotores que suman en conjunto más de dos millones de euros por superar los niveles de ruido, la Comunidad de Madrid va a reformar su Ley de Espectáculos Públicos y Actividades Recreativas (Lepar).
Lo avanzaba esta mañana El Mundo y lo han confirmado fuentes de la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura e Interior del gobierno regional. «Tenemos contemplada la modificación de la Lepar y con los nuevos problemas surgidos con los conciertos en la capital queremos estudiar cómo dar mayor control y seguridad jurídica a los espectáculos extraordinarios que se celebren en Madrid», señalan.
No se adelanta mucho más allá del sentido de esa reforma, prevista para el año que viene y tendente a armonizar la celebración de esos conciertos y el bienestar de los vecinos. Según la información de El Mundo, pasaría por elevar los permisos de decibelios, «siempre en parámetros razonables». El del ruido ha sido uno de los argumentos que los vecinos del estadio del Real Madrid han esgrimido en los tribunales en su denuncia por presunto delito medioambiental.
La reforma no solo mira a los grandes conciertos. Una de las grandes apuestas de la estrategia turística madrileña pivota en torno al gran premio de Fórmula 1 que se disputará en la capital desde 2026 hasta 2035. Las cuentas que se manejan son que en un solo fin de semana la celebración de la prueba puede dejar hasta un 0,2% del PIB regional cada año. Y como en el caso del Bernabéu, el asunto ha llegado a los tribunales. Más Madrid ha recurrido tanto el plan urbanístico especial para permitir que Ifema pueda acoger el circuito como la propia licencia de construcción. La justicia ha rechazado la suspensión cautelar que Más Madrid reclamaba en el primero de sus recursos. Pero ambos procesos siguen vivos.
