Los herederos de Isak Andic empiezan a tomar posesión de su legado. Sus tres hijos han constituido nuevas empresas de inversión con el fin de aportar lo necesario para convertirse en los nuevos dueños de la red societaria que deja el empresario tras su fallecimiento. En línea con la dinámica mantenida desde el principio, lo han hecho creando tres sociedades prácticamente iguales. Las tres con el mismo objeto social y las tres con un capital de casi 1,2 millones de euros.
Es lo que ha caracterizado a todas y cada una de las gestiones empresariales que han llevado a cabo sus hijos. La herencia ha quedado repartida a partes iguales; las sillas desde las que se gestionan las varias empresas que conforman la red societaria de quien era el hombre más rico de Catalunya, también. Los tres tienen sus propias empresas para gestionar su riqueza y todas están constituidas con exactamente el mismo capital (100.000 euros). Y, ahora, disponen de otras tres firmas idénticas que les permitirán tomar el mando del universo Punta Na (denominación social de las firmas de inversión de Andic padre).
Así lo infiere el Boletín Oficial del Registro Mercantil de este miércoles, que recoge que tanto Jonathan Andic Raig, como Sarah Andic Raig y Judith Andic Raig han constituido Black Indigo AR Corporation SL, Kiwi AR Corporation SL y Pitaya AR Holdings SL, respectivamente. El objetivo es comprar, suscribir, poseer, permutar y vender «toda clase de valores mobiliarios, nacionales y extranjeros, incluidos acciones, participaciones o intereses».
Los nombres coinciden con la razón social de sus tres empresas patrimoniales (Black-Indigo SL, Kiwi Capital y Pitaya Capital), la diferencia es que estas últimas contaban con un capital de 100.000 euros y las constituidas este julio, de 1,187 millones de euros. De hecho, este abultado x10 en el volumen es lo que explicaría que hayan abierto nuevas firmas, en vez de ampliar el capital de las primeras.
El domicilio, como el de casi todas las sociedades del estilo que conforman el patrimonio de la familia Andic, está situado en el barcelonés Passeig de Gràcia número 65. Allí es donde está el primer local Mango que puso en marcha el empresario fallecido el pasado diciembre, que ahora es un Mango Teen. Y allí tienen su sede, también, Punta Na Holding (la firma que hace de paraguas del resto) y Punta Na SA (la que se centra concretamente en el negocio inmobiliario).
Grandes operacionesEn este sentido, el apetito inversor de la familia es evidente. En lo que va de año, se ha hecho con la propiedad del local que ocupa Prada en el mismo Passeig de Gràcia (de hecho, está situado a menos de 200 metros de esa tienda primigenia de Mango) y ha recomprado el centro logístico del que depende toda la operativa de Mango.
Se trata de una nave de 280.000 metros cuadrados situada en Lliçà d’Amunt (Barcelona), en la que la cadena lleva invertidos 250 millones de euros entre ampliaciones y tecnología para modernizarla. En ella trabajan 1.000 personas. Mango compró los terrenos en el 1999, pero puso la primera piedra para empezar a construir el almacén en 2011. Cinco años después, vendía la propiedad (quedándose en el lugar en condición de arrendatario) a VPG, esta la vendió a Tritax Euro Box, que en 2024 se fusionó con Brookfield. Es a Brookfield a quien la familia habría pagado 170 millones para volver a hacerse con el inmueble. La nueva propietaria es Punta Na, este brazo de inversión y gestión inmobiliaria de la familia Andic.
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