Los clubes de futbol españoles han apostado este verano por reforzar sus balances. En total, seis equipos de primera y segunda división han cerrado (o tienen en marcha) ampliaciones de capital por más de 193 millones de euros. Una de las grandes motivaciones detrás de este tipo de operaciones es elevar el límite salarial marcado por La Liga, que permite incrementarlo entre un 50% y un 80% del valor de la inyección económica.
La mayor operación de estas características la ha protagonizado en Atlético de Madrid, cuyos socios han inyectado 70,78 millones de euros. La ampliación con derecho de suscripción preferente a los actuales socios fue aprobada el pasado mes de junio en la Junta General de Accionistas. Atlético HoldCo, la sociedad conformada por Miguel Ángel Gil Marín (50%), el fondo norteamericano Ares (34%) y Enrique Cerezo (15%), máximo accionista del club con el 70% del capital, anunció que aportará 50 millones de euros. El propio Gil Marín, que ejerce como consejero delegado de la entidad, señaló que esta inyección era necesaria para «conseguir un equilibrio entre la inversión en infraestructuras y mantener una plantilla competitiva».
La siguiente importación por volumen la lideraron los accionistas del Deportivo de la Coruña, club participado mayoritariamente por Abanca. El pasado 1 de julio publicitó en el Borme una ampliación de 66,72 millones de euros con derecho de suscripción preferente a los actuales accionistas, con la emisión de 62,9 millones de nuevos títulos a 1,06 euros cada uno entre valor nominal y prima de emisión, que incluye un canje de créditos en manos de la entidad financiera accionista, que ha optado por capitalizarlos.
La tercera mayor aportación de socios la tiene en marcha el Real Betis Balompié, iniciada en mayo de este año, aunque aprobada en la Junta General Extraordinaria de Accionistas de mayo de 2023. En total, el club sevillano emitirá 117.500 nuevas acciones a un precio de 365,44 euros cada una, que eleva la ampliación de capital hasta los 42,9 millones de euros. Según explicó en un comunicado el Betis, esta operación era necesaria para «equilibrar mercantilmente la situación patrimonial» de club, en pérdidas desde la temporada 2019-2020, «afrontar con garantías los nuevos retos del Plan Estratégico 2022/26», y «la construcción del nuevo Estadio Benito Villamarín».
Ampliaciones de menor tamañoVarios clubes, especialmente de segunda división, han cerrado pequeñas ampliaciones. La SD Huesca, participado por la Fundación Alcoraz, cerró la suya a mediados de agosto, con la entrada de la cárnica Grupo Costa y Grupo Arqa, que aportarán cuatro y dos millones de euros, respectivamente. «Garantiza la viabilidad de la entidad y un proyecto deportivo competitivo para la presente temporada, que asegura al club poder aumentar el límite salarial y con ello la inscripción de jugadores para su primera plantilla, además de la viabilidad del resto de equipos que defienden su escudo en diferentes categorías», explicaron desde el equipo aragonés.
El Levante UD lanzó su propia inyección de 2,94 millones de euros mediante la emisión de 48.975 nuevas acciones a un importe de 80,10 euros cada una en dos fases: una inicial dirigida exclusivamente a los accionistas minoritarios y otra para todos los socios. En marzo de este año, cerró una operación de estas características, pero está por compensación de créditos en manos del inversor José Danvila.
Por último, el Burgos Club de Fútbol lanzó una ampliación de capital de 170.214 nuevas acciones ordinarias con un precio de 23,50 euros de valor nominal cada una de ellas, que eleva la operación hasta los 4 millones de euros, respaldada mayoritariamente por los accionistas mayoritarios. La motivación de esta entrada de nuevo capital permitirá al club elevar su límite salarial y su presupuesto para la temporada.