Camisetas en apoyo a Kamala Harris, juegos y shows de comedia inundaron este martes los bares LGTBI de Hollywood en el primer encuentro cara a cara de la vicepresidenta demócrata estadounidense y el exmandatario republicano Donald Trump (2017-2021).
Con lemas como «vas a necesitar un trago», o «estemos ansiosos juntos», algunos bares del barrio de West Hollywood invitaron a la comunidad LGTBI y habitantes de Los Ángeles a ver el debate proponiendo dinámicas divertidas en un esfuerzo por impulsar el interés de los estadounidenses al voto. «Estos eventos son importantes porque nuestra democracia está en juego, todos deberíamos estar pendientes de esto», dijo a EFE el alcalde del distrito de West Hollywood, John Erickson, quien presentó el debate en el bar Beaches Tropicana.
En el recinto, que ofreció bebidas especiales, una actuación de stand-up y un juego de bingo con palabras como «convicto» o «Joe el dormilón», unas cien personas escucharon atentamente las posturas de cada candidato.
Aunque la reunión no fue anunciada como un evento a favor de los demócratas, brillaron por su ausencia los seguidores del exmandatario y varios de los presentes aseguraron que Harris fue la ganadora «definitiva» del enfrentamiento. «Kamala la rompió», aseguró a EFE Evan, un habitante de West Hollywood.
En el encuentro hubo varios momentos que desataron carcajadas, como cuando Trump acusó a los demócratas de aceptar abortos a los nueve meses de gestación, algo que Harris desmintió y aseguró que era un «insulto» para cualquier mujer embarazada, o cuando tildó a la demócrata y a su padre de «marxistas».
También brillaron los comentarios de los moderadores, celebrados en momentos clave como cuando aclararon que era mentira que los inmigrantes «comieran» las mascotas de los habitantes de Ohio. Para Sandy, de 23 años, fue de lo «más absurdo» de la noche.
Acaparó especial interés el aborto y la afirmación de Harris de que si consigue la Presidencia firmará el proyecto de ley para restablecer la protección de ese derecho a nivel nacional. No pasó desapercibida tampoco la presentación de la aspirante demócrata ante Trump. «Me encantó cuando entró a la sala de una manera dominante y se acercó a él para estrechar su mano como diciendo ‘no te tengo miedo’. Lo hizo de una forma valiente sin saber cuál sería su reacción», dijo a EFE Collin Murphy, residente en West Hollywood.
Si bien no hubo aplausos para Trump, varios asistentes se mantuvieron neutrales o incrédulos ante ambos aspirantes a la Casa Blanca. Luke Veltz, de 23 años y originario del estado clave de Misuri, aseguró a EFE que votará por un tercer partido: «Creo que Kamala tiene temblando a Trump, pero aun así no confío en ninguno de los candidatos». En su opinión, uno de los temas fundamentales eran las declaraciones de ambos sobre el conflicto entre Israel y Palestina: «Me imaginaba lo que iban a decir, no estoy sorprendido ni feliz con lo que dijeron», expresó el joven, que se identificó a favor de Palestina.
Otros como Ian Higgins, estudiante de la Universidad UCLA, dijo que votaría por Harris solamente para frenar el poder de Trump. «No estoy para nada entusiasmado al respecto, pero definitivamente no voy a votar por Trump».
En la fiesta también se congregaron extranjeros que en sus vacaciones aprovecharon para ver el debate, como Ornella, una mujer británica de 31 años, o Henry, un alemán de 37. «La política estadounidense es muy divertida. Estoy aquí porque me quiero entretener», comentó Ornella, asegurando que lo que más le interesaba era escuchar los planes de Harris en el ámbito económico y la forma en la que Trump «afrontaría» el tema del aborto.
El debate, organizado por la cadena de televisión ABC News en Filadelfia, podría ser el único cara a cara entre ambos a menos de dos meses de las elecciones del 5 de noviembre, que decidirán si los demócratas consiguen alargar su proyecto político o si el país se enfrentará a un segundo mandato de Trump.