El estado de las aguas subterráneas en la provincia de Málaga ha mejorado muy significativamente en un plazo inferior al de un mes. Así lo aseguran técnicos de la Junta de Andalucía y de la Diputación, al igual que responsables comarcales de los principales sindicatos agrícolas. En comarcas como la Axarquía y el Valle del Guadalhorce, dos de las más castigadas durante la sequía durante los dos últimos años, acuíferos y pozos han duplicado sus niveles tras las intensas precipitaciones de este mes de marzo.
Si los siete embalses malagueños ya triplican el agua almacenada hace justo un año, al situarse en este momento al 57%, los caudales subterráneos también han vuelto a situarse en niveles de hace tres años, como atestiguan las primeras comprobaciones. No obstante, fuentes de la agrupación agraria Asaja inciden en que con la entrada del mes de abril se prevén nuevos frentes lluviosos, en base a las previsiones facilitadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Habrá aún que esperar a lo que pueda deparar la evolución del mes de abril, en cuanto a pluviosidad, para saber si los acuíferos aún tienen margen de mejora. En la comarca oriental, por ejemplo, esas nuevas precipitaciones podrían propiciar que la presa de la Viñuela pudiese superar el nivel del 50%. Ya ha roto la barrera del 45%, con cerca de 75 hectómetros cúbicos almacenados. Ningún otro pantano malagueño almacena en la actualidad una cantidad de agua superior. Es la mejor noticia para un territorio que presume de ser el que mayor cantidad de frutas subtropicales produce en Europa.
El pantano de La Viñuela recupera agua embalsada este mes de marzo tras el tren de borrascas. / Álex Zea
Recargas con agua recicladaUna solución que se diseñó hace más de dos años en la Costa del Sol Occidental pasa por recargar de manera gestionada los acuíferos. Es una medida que como recuerda el presidente de la Mancomunidad de esta comarca malagueña, Manuel Cardeña, pusieron en marcha la Universidad de Málaga y Cetaqua cuando la sequía empezó a requerir de medidas de ahorro extraordinarias.
Precisamente, a finales del año 2022, el presidente del sindicato agrario Asaja, Baldomero Bellido, subrayaba que las lluvias de diciembre habían evitado que cientos de árboles subtropicales y olivos se hubiesen secado. Pero remarcaba que el nivel de los acuíferos no había podido recuperar el caudal habitual. Para representantes de esta misma agrupación, a finales de este pasado otoño, casi 24 meses después de aquellos episodios, los propios acuíferos habían alcanzado los niveles más bajos de lo que va de siglo en las comarcas anteriormente reseñadas.
Técnicos autonómicos abundan en que los episodios vividos durante estos tres últimos años certifican que tres cuartos de la superficie del país permanecen en riesgo de desertificación, como consecuencia del cambio climático. Las instituciones insisten en que se deberán mantener las obras en marcha, en materia hídrica, así como proyectos como las desaladoras previstas tanto en la comarca de la Axarquía como en el entorno de Fuengirola y Mijas.
Obtener una mayor «resilencia hídrica» es uno de los objetivos por el que en la comarca de la Axarquía se han puesto en marcha medidas pioneras en el mundo como la reutilización de aguas regeneradas en el regadío intensivo. Sin esos caudales procedentes de las principales depuradoras del litoral oriental, la sequía hubiese acabado con la mayoría de árboles subtropicales, principalmente aguacates y mangos, que constituyen uno de los pilares económicos de la industria agroalimentaria en la provincia.
Regulación de los acuíferosEn virtud de este contexto, porque todas las fuentes consultadas insisten en que, tras este mes de lluvias, volverán los periodos deficitarios en cuanto a precipitaciones, la Junta tiene previsto establecer una nueva regulación de las aguas subterráneas en la provincia, mediante la organización de los regantes por grupos, igual que ya ocurre con las juntas de usuarios que son imprescindibles para la distribución de los caudales procedentes de desalobradoras o de embalses como el de la Viñuela.
Los propios productores malagueños han podido observar, con los datos oficiales al cierre de 2024, que la Junta ha intensificado sus esfuerzos por perseguir en plena sequía las prácticas irregulares que han propiciado una «sobreexplotación de los acuíferos». Este factor ha agravado los últimos años hidrológicos deficitarios en la provincia, pues a la dificultad para que la recargas naturales fuesen abundantes se han sumado esos «aprovechamientos irregulares sobre las aguas subterráneas», así como la proliferación de pozos ilegales.
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