‘Alter ego’
Lisa
RCA-Sony Music
Pop-hip-hop
★★★
Blackpink está dando el salto a la primera liga mundial (esa gira de estadios con parada en el Olímpic el 9 de agosto) y su estrategia consiste en no perder ni un minuto, explotar el momento e ir preparando el terreno para ni más ni menos que la era pos-Blackpink. Ahí están esos lanzamientos en solitario de sus cuatro integrantes. Rosé ya publicó su álbum en diciembre (con ese ‘superpop’ dueto con Bruno Mars, ‘Apt.’), Jennie lo hará la semana que viene y Jisso ha destapado un epé. Y Lisa, la más conocida en España (dada su entente con Rosalía en ‘New woman’), explora ahora un territorio propio en ‘Alter ego’.
Un modo de hacer clavado al de Destiny’s Child en otro tiempo, cuando su último y triunfal acto se solapó con los respectivos estrenos individuales. ¿Quién será aquí la Beyoncé que capitalice el fenómeno cuando llegue la hora del cambio de ciclo? Lalisa Manobal, la tailandesa de este grupo surcoreano, toma posiciones con un álbum que contiene números atractivos si bien no es aquella obra que la presente como una artista con una identidad definida. Parece más bien un test del que tomar nota para futuras decisiones.
Multiplicada por cincoEso es porque ‘Alter ego’ está planteado abiertamente como un muestrario de todo aquello que Lisa puede hacer de un modo más o menos competente. El ego paralelo anunciado en el título se llega a multiplicar por cinco, y cada uno tiene su nombre y todo: Roxi, Kiki, Vixi, Sunni y Speedi. Cinco versiones de Lisa. La primera pista de lo que venía la tuvimos en ‘Rockstar’ (sencillo lanzado el pasado verano), artefacto muy k-pop que suma ráfagas de rap, tensión r’n’b y arreglos aparatosos hiperpop. Pero no servía mucho para situarnos, porque Lisa nos reserva otros perfiles muy variados, y elige un registro discotequero bastante clásico (pasado por el tamiz ‘nu’ de los primeros 2000) en la eficaz pieza que abre el disco, ‘Born again’ (el nuevo ‘single’), en compadreo con Doja Cat y RAYE..
Lisa rapea (su especialidad en Blackpink) y canta también, y tanto puede ponerse sensual y juguetona en ‘Elastigirl’ como enseñar los dientes, o casi, en la ciberpunk ‘Fuck up the world’, cita con Future. La genética k-pop está ahí, en esa promiscuidad estilística y las tonadas-enredadera, llenas de ganchos y golpes de efecto: en el estribillo marcial de ‘Lifestyle’ y en la descarada ‘Badgrrrl’ (Lisa guerrera: “no me trates como a una dama”), en el roce del hip-hop y el coro colegial de ‘Rapunzel’ (con Megan Thee Stallion) y en una balada casi Disney como es ‘Dream’.
Lisa, atracción ‘girlie’, juega con la inocencia y el peligro armada por un ejército de productores (hasta la bonita cifra de 25). ‘Alter ego’ no es un manifiesto ni un punto de inflexión, pero no se le puede negar su gracia como obra entretenida, dulce y calculadamente gamberra. Jordi Bianciotto
Otros discos de la semana‘Echolalia’
Echolalia
Full Time Hobby
Rock-folk
★★★★
El álbum de debut de Echolalia es lo que sucede cuando un supergrupo de músicos de Nashville con intereses tan diversos como el folk pastoril, el prog-rock, el jazz, la Americana, el krautrock, la psicodelia y el country se encierran para grabar en una abadía medieval de la Isla de Wight. El resultado, extrañamente coherente, apuesta por la calidez, la belleza y el reposo al tiempo que lanza guiños a McCartney (‘Little bird’) y a Robert Wyatt (‘I’m starving’). Un disco espléndido. Rafael Tapounet
‘Sharon Van Etten & The Attachment Theory’
Sharon Van Etten & The Attachment Theory
Jagjaguwar-Modulor
Rock-electrónica
★★★★
Paso al frente de la cantautora indie-rock de New Jersey, que, acompañada de un nuevo clan de cómplices, sigue el rastro de los sintetizadores que ya flotaban en sus últimos álbumes para levantar un envolvente cancionero de contrastes: electrónica y espasmos de ‘jam session’ pospunk, flujos de ritmo ‘motorik’ con rostro humano, danza y tiniebla. Y esa voz que se eleva hasta cotas imperiales, conjurando los miedos y fragilidades más íntimos. J. B.
‘Hopium’
Dayna Stephens
Contagious Music
Jazz
★★★
El título, un juego de palabras entre ‘esperanza’ y ‘opio’, sugiere que este disco del saxofonista Dayna Stephens y su cuarteto tiene algo que ver con los tiempos que corren. Él mismo asegura que estas composiciones hablan de contrastes y paradojas. Pero más que las composiciones, sofisticadas pero no especialmente memorables, lo que queda tras escuchar ‘Hopium’ es un sonido de grupo, una voz colectiva hecha en el momento, a base de diálogo; quizás lo más precioso que puede ofrecer hoy el jazz. Roger Roca