Las autoridades indias elevaron a 24 el número de muertos por las fuertes lluvias e inundaciones este martes en el estado sureño de Kerala, una región que se encuentra en alerta roja por nuevas precipitaciones mientras continúan las labores de rescate. «Por el momento, hemos recibido 24 cadáveres en varios hospitales, y hay muchos heridos que están bajo tratamiento», dijo la ministra de Salud de Kerala, Veena George, en declaraciones a la agencia india PTI.
El suceso tuvo lugar en el distrito montañoso de Wayanad en la madrugada del martes, cuando una serie de «masivas avalanchas» desatadas por las fuertes lluvias sepultó numerosas casas y destruyó un puente. «Las operaciones de rescate están en marcha, estamos explorando todas las posibilidades para rescatar con vida a nuestra gente», añadió George.
El Departamento Meteorológico de la India (IMD) declaró este martes la alerta roja por lluvias en el distrito de Wayanad, así como en otras zonas vecinas como Kozhikode, alertando de precipitaciones de hasta 204 milímetros en tan solo 24 horas. El jefe de Gobierno de Kerala, Pinarayi Vijayan, afirmó en la red social X que instruyó a las agencias de gestión de desastres «coordinar rápidamente las operaciones de rescate en Wayanad tras el devastador corrimiento de tierras».
El primer ministro indio, Narendra Modi, dijo en X que prometió «toda la ayuda posible» del Gobierno central durante una conversación telefónica con Vijayan. El mandatario también anunció una ayuda de 200.000 rupias (unos 2.206 euros) para los familiares de los fallecidos. «Estoy profundamente consternado por los enormes corrimientos de tierra ocurridos cerca de Meppadi, en Wayanad. Mi más sentido pésame a las familias que han perdido a sus seres queridos. Espero que los que siguen atrapados se pongan pronto a salvo», señaló por su parte el político opositor Rahul Gandhi, que obtuvo un escaño en el Parlamento en el distrito en las elecciones generales que concluyeron el pasado junio.
Este episodio de intensas lluvias es consecuencia del monzón, que la India y el resto de países del sur de Asia experimentan entre mayo y septiembre, y que causan importantes daños humanos y materiales. Más de 50 personas han muerto por las lluvias en el estado nororiental de Assam desde finales de mayo.