Los negociadores del Consejo y el Parlamento Europeo han llegado este jueves a un acuerdo político provisional para aumentar la cuota de energías renovables en el consumo total de energía de la Unión Europea (UE) del 32% al 42,5% para 2030, con un complemento indicativo adicional del 2,5% que permitirá alcanzar el 45%, la cifra que defienden países como España.
Se trata de un acuerdo provisional sobre la nueva directiva de energías renovables que aún deberá ser refrendado por ambas instituciones cuyo objetivo común, al que deberá contribuir cada Estado miembro, es acelerar la integración de las renovables en sectores donde la incorporación ha sido más lenta, tales como el transporte, la industria, los edificios y la calefacción y refrigeración urbanas.
El Consejo y el Parlamento han finalizado sus negociaciones en la que ha sido su octava reunión después de que las reclamaciones de Francia, que solicitaba un tratamiento «diferenciado» entre energía nuclear y combustibles fósiles en la directiva, hayan dificultado a los 27 alcanzar una posición general a nivel de embajadores que se ha desbloqueado en base a un compromiso presentado por la presidencia sueca del Consejo. «Ha costado mucho», ha reconocido la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que ha felicitado a los negociadores por el acuerdo alcanzado en un mensaje difundido a través de su perfil en Twitter.
El acuerdo provisional establece que la industria incremente su uso de energías renovables anualmente en un 1,6%, con un bjetivo de que el 42% del hidrógeno utilizado en la industria provenga de combustibles renovables para 2030 y el 60% para 2035. No obstante, para atender las peticiones de Francia de reconocer la energía nuclear para alcanzar la neutralidad climática en 2050, el acuerdo introduce la posibilidad de que los Estados miembro descuenten la contribución del hidrógeno renovable en el uso industrial en un 20% si se cumple la contribución nacional esperada al objetivo vinculante de la UE y si la cuota de hidrógeno procedente de combustibles fósiles consumido en el país no supera el 23% en 2030 y el 20% en 2035.
En lo que respecta al transporte, se da la posibilidad a los estados miembros de elegir entre una reducción del 14,5% de los gases de efecto invernadero en el transporte a partir del uso de energías renovables para 2030 o al menos un 29% de participación de energías renovables en el consumo final de energía en el sector del transporte para 2030.
Además, se establece un subobjetivo combinado vinculante del 5,5% para biocombustibles avanzados y combustibles como hidrógeno renovable o sintéticos en la cuota de energías renovables del sector del transporte. El acuerdo provisional establece también un objetivo indicativo de al menos un 49% de cuota de energías renovables en los edificios en 2030, y prevé un aumento gradual de los objetivos renovables para calefacción y refrigeración, con un incremento vinculante del 0,8% anual a nivel nacional hasta 2026 y del 1,1% de 2026 a 2030.
Por último, el texto refuerza los criterios de sostenibilidad para el uso de biomasa para energía, con el fin de reducir el riesgo de producción de bioenergía no sostenible e incluye procedimientos de autorización acelerados para proyectos de energía renovable.