El Tesoro Público ha emitido este martes 4.998 millones de euros en deuda a corto plazo, ubicándose en el rango medio previsto. Las letras a seis meses ofrecieron rentabilidades más altas, mientras que las letras a doce meses presentaron rentabilidades más bajas, según los datos del Banco de España.
El atractivo de los intereses elevados ha mantenido el interés de los mercados por los títulos españoles, con una demanda total de 9.117 millones de euros, casi duplicando lo adjudicado.
En detalle, el Tesoro emitió 1.347,805 millones de euros en letras a seis meses, frente a una demanda de 2.678,892 millones de euros, con una rentabilidad marginal del 3,456%, superior al 3,370% de la emisión anterior.
En la subasta de letras a doce meses, se adjudicaron 3.650,211 millones de euros, con solicitudes de 6.438,450 millones, y un interés marginal del 3,392%, por debajo del 3,423% previo.
Este jueves, el Tesoro llevará a cabo otra subasta de bonos y obligaciones del Estado, con un objetivo de entre 5.250 millones y 6.750 millones de euros.
En esta subasta, se ofrecerán bonos del Estado a 3 años con un cupón del 2,50%, una nueva referencia de obligaciones del Estado a 7 años con un cupón del 3,1%, obligaciones del Estado indexadas a la inflación con una vida residual de 9 años y 5 meses y un cupón del 0,70%, y obligaciones del Estado con una vida residual de 11 años y un mes con un cupón del 1,85%.
Los tipos de interés marginal de referencia de subastas anteriores fueron del 3,051% para bonos del Estado a 3 años, del 1,049% para obligaciones del Estado indexadas a la inflación con una vida residual de 9 años y 5 meses, y del 0,675% para obligaciones del Estado con una vida residual de 11 años y un mes.
Después de estas subastas, el Tesoro volverá al mercado de deuda el martes, 9 de julio, con una emisión de letras a tres y nueve meses, y cerrará el mes con una subasta de bonos y obligaciones del Estado el jueves 18 de julio.
Programa de financiación del Tesoro para 2024La estrategia de financiación del Tesoro para 2024 prevé unas necesidades de financiación nueva de aproximadamente 55.000 millones de euros, lo que representa una reducción de 10.000 millones en comparación con 2023.
La emisión bruta prevista será de 257.572 millones de euros, un 2% más que en 2023 debido al aumento de las amortizaciones. La mayor parte se cubrirá mediante la emisión de instrumentos a medio y largo plazo para mantener la vida media de la cartera de deuda pública.
El Tesoro planea recurrir nuevamente a las sindicaciones para la emisión de ciertas referencias de Obligaciones del Estado en 2024. Además, se buscará mantener la diversificación de la base inversora y se promoverá la emisión de bonos verdes como parte estructural del programa de financiación, fortaleciendo así el mercado de finanzas sostenibles.
«La rentabilidad de los títulos a corto plazo se mantendrán en niveles similares al actual durante gran parte de lo que queda del año, mientras que a mayor plazo incluso podrían ir al alza, dado que además entramos en un momento del año definido por una situación política complicada, con un entorno cada vez más difícil para el futuro de la eurozona. Si la rentabilidad de los bonos crece ante esa incertidumbre y la inflación vuelve a repuntar, sería un escenario especialmente peligroso para aquellos países con altos niveles de endeudamiento, y España no sale bien parada», comenta Manuel Pinto, director de análisis de XTB.