La playa de Torremuelle situada en el municipio de Benalmádena lleva una semana cerrada al público como consecuencia de la rotura de una tubería de saneamiento que provocó un vertido de aguas fecales al mar. La tubería se rompió como consecuencia de los daños que provocó el incendio que se declaró el pasado 11 de septiembre de madrugada en el entorno de la Carretera del Sol, en la zona de Torremuelle del municipio benalmadense y que provocó el desalojo preventivo de 90 personas y la interrupción del Cercanías.
Dicho incendio impactó de forma directa a un tramo de la canalización que discurre por una zona de especial protección, ya que allí se encuentra el yacimiento arqueológico de las piletas romanas.
La rotura de la tubería obligó a verter las aguas fecales al arroyo Lagar, que a su vez desemboca en la playa de Torremuelle, cuyo acceso fue cerrado al público desde el primer momento, de manera que continúa prohibido el baño en ese punto de la costa, según informa el Ayuntamiento de Benalmádena.
El Consistorio explica que el tramo afectado se encuentra en unos terrenos de especial protección, por lo que es necesario tramitar unos permisos administrativos de la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía y de Dominio Público Hidráulico, antes de que la empresa municipal de aguas de Benalmádena (Emabesa) pueda proceder a su reparación.
El Ayuntamiento de Benalmádena afirma que está ultimando los permisos correspondientes para que Emabesa pueda comenzar las obras de reparación que solucionen la rotura y permitan reabrir la playa al baño.
Mientras tanto, en la zona trabajan los bomberos de Benalmádena, que están retirando el cañaveral del cauce del arroyo Lagar, de cara a la próxima temporada de lluvias, ya que evitará posibles inundaciones. De igual forma están retirando los árboles afectados por el incendio que se encontraban en el cauce y están talando aquellos que se vieron calcinados por el fuego y que presentaban riesgo de caída.