La Feria Taurina de Málaga 2024 está dedicada al recuerdo del matador de toros Francisco Rivera Paquirri en el 40 aniversario de su muerte en Pozoblanco. Con tal motivo, se le ha dedicado el cartel que anuncia todos los festejos, así como una serie de actos paralelos en su honor.
Entre ellos, destaca la muestra fotográfica Paquirri, siempre en la memoria, que se podrá contemplar hasta el 24 de agosto en el interior de la plaza de toros de La Malagueta. La muestra recoge 42 imágenes del diestro de Zahara de los Atunes de sus comienzos en las plazas de su provincia natal, su alternativa en Barcelona, sus triunfos y cogidas en la Maestranza de Sevilla. Se recogen fotos de grandes tardes en Las Ventas, Bilbao, Zaragoza y algunas imágenes de su paso por La Malagueta, concretamente cinco instantáneas de algunas de sus actuaciones más destacadas en nuestra capital.
Una imagen de la muestra ‘Paquirri, siempre en la memoria’ / Álex Zea
Archivos de fotógrafos taurinos como Agustín Arjona, Botán, Moratalla Barba, Jesús Rodríguez y Santos Yubero se han puesto al servicio de la exposición, así como del Archivo de la Comunidad de Madrid y de los archivos de la Agencia EFE y la Editorial Espasa, además de fotografías de Cuathli Gutiérrez, Jesús, Lucía Núñez y Gonzalito.
Esta muestra ha sido posible también gracias a la colaboración especial del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid; quien ya dedicaba una muestra como homenaje a Paquirri en el 25 aniversario de su defunción.
El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado; el empresario de Lances de Futuro, José María Garzón; y el matador de toros Cayetano Rivera Ordóñez eran los encargados de inaugurar la exposición, que era presentada por el periodista José Manuel Laza.
Presentación de la exposición dedicada a Paquirri / Álex Zea
«Desde Lances de Futuro homenajeamos a la figura de Paquirri en este 40 aniversario, creo que es nuestra obligación recordar a este figurón del toreo, una muestra que refleja la dimensión de este torero y algo muy importante, enseñarle a las nuevas generaciones, a esa hornada de nuevos aficionados la figura de un torero que marcó una época, que respetó a su profesión hasta las últimas consecuencias», destacó Garzón. «Un torero con valor y con valores, ejemplo de esfuerzo, superación, fe, constancia, y de amor propio y sacrificio. Valores que se echan en falta en la sociedad actual», apuntó el empresario.
Cayetano volvía a Málaga «para honrar la memoria» de su padre «como torero, una máxima figura en la que todos nos hemos tenido que fijar». «Siento una gran responsabilidad por verme anunciado en los carteles de este año, más aún homenajeándose a mi padre», añadía para concluir con el deseo de «poder compartir con todos los aficionados malagueños esta emoción el próximo 15 de agosto», cuando haga el paseíllo en la Corrida Picassiana.
Finalmente, el presidente de la Diputación de Málaga manifestaba la intención de «acercar la tauromaquia con pedagogía a los más jóvenes, ayudándonos en figuras como Paquirri». «Tenemos que seguir trabajando para que la fiesta del toro sea cada vez más fuerte», aseguró Salado, adelantando que «en todas las corridas de esta feria va a haber un guiño a este gran torero del siglo XX».
Una de las imágenes de Paquirri / Álex Zea
Los aficionados al mundo del toro y todo aquel que quiera acercarse a conocer la figura y personalidad del importante diestro, podrá hacerlo hasta el 24 de agosto en La Malagueta. El horario es de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17.30 a 20.30 horas. Los días de festejos solo se podrá visitar por la mañana.
Francisco Rivera Paquirri fue un matador de toros fundamental en la década de los años setenta del pasado siglo, temporadas en las que logró ser máxima figura del toreo. Su carrera fue meteórica, con triunfos sonoros, salidas por la Puerta del Príncipe de Sevilla y la definitiva consagración en Las Ventas. Una carrera de la que La Malagueta no sería ajena, con recordadas actuaciones, y que se vería truncada el 26 de septiembre de 1984, cuando resultaba herido mortalmente por el toro Avispado de Sayalero y Bandrés en la plaza de toros cordobesa de Pozoblanco. Desde entonces hasta hoy, Paquirri ha estado siempre en la memoria de los aficionados.