La inflación ha retomado en este 2023 una preocupante senda alcista sin que la reducción del IVA en la cesta de la compra esté logrando detener el incremento del los precios en el campo de la alimentación, uno de los factores que más preocupa en estos momentos y que ha marcado en febrero un nuevo récord de encarecimiento interanual. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), el pasado mes ha terminado a nivel general con un aumento del 7,2% en el Índice de Precios al Consumo (IPC) en la provincia Málaga en relación a hace doce meses, cinco décimas por encima del dato de enero, que fue del 6,7%. El dato refleja así que la inflación vuelve a acelerar, después de en los meses finales de 2022 se hubiera producido una pequeña contención en el ritmo de subidas. En cuanto a términos mensuales, los precios aumentaron en febrero un 1,3% en relación a enero.
Lo más significativo de los datos del IPC de febrero es que la rebaja del IVA para el precio de algunos alimentos aprobada por el Gobierno sigue sin dejarse notar: los valores de la cesta de la compra (alimentos y bebidas no alcohólicas) han subido un 2,3% respecto al mes anterior, lo que se traduce también en un nuevo incremento de la tasa interanual de subida, que se sitúa en el 18,7% (en enero estaba en el 17%), lo que supone un nuevo techo histórico de encarecimiento para la provincia.
En concreto, y con el dato de febrero, los alimentos se han encarecido en Málaga un 18,8% en el último año y las bebidas no alcohólicas un 15,1%. Ambos componentes de la cesta de la compra han registrado aumentos a lo largo del mes de enero (un 2,2% la alimentación y un 4,3% las bebidas no alcohólicas). Con este panorama, el ritmo de incremento interanual se aumenta tanto en el caso de la alimentación (estaba en el 17,3% en enero) como en el de bebidas no alcohólicas (el dato era del 12,9% el mes anterior), marcando en los dos casos un nuevo máximo histórico de subida anual de los precios.
Datos nacionales En España, el IPC subió un 0,9% en febrero en relación al mes anterior y elevó una décima su tasa interanual, hasta el 6%, por el encarecimiento de la electricidad, de los paquetes turísticos y de los alimentos, que dispararon sus precios un 16,6% respecto a febrero de 2022, según los datos del INE.
La inflación interanual definitiva de febrero es una décima inferior a la avanzada a finales del mes pasado, cuando el INE apuntó a una tasa del 6,1%, mientras que la subida mensual finalmente ha sido de nueve décimas, frente al aumento del 1% estimado inicialmente.
Con la subida registrada en el segundo mes de 2023, la inflación encadena dos meses consecutivos de ascensos en su tasa interanual tras el repunte de enero, cuando se incrementó dos décimas, hasta el 5,9%.
Por su parte, la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos) aumentó una décima en febrero, hasta el 7,6%, su tasa más alta desde diciembre de 1986. Con este dato, inferior en una décima al estimado inicialmente por el INE, la inflación subyacente supera al índice general en más de 1,5 puntos.
Según el INE, los precios de los alimentos crecieron en febrero un 16,6% en tasa interanual, más de un punto por encima de la del mes anterior. En este comportamiento influyó el encarecimiento de las legumbres y hortalizas y la carne, así como el hecho de que el pescado y el marisco bajaron sus precios menos que el año pasado.
El Ministerio de Asuntos Económicos ha destacado que en febrero se encarecieron sobre todo los alimentos frescos. «Legumbres y hortalizas, y también frutas frescas, han experimentado una reducción puntual de la oferta como consecuencia de unas condiciones climáticas desfavorables, en España y en otros países comunitarios, que ha provocado un incremento de precios por el aumento de la demanda internacional», ha apuntado.