La ola de mensajes de odio surgidas tras conocerse el asesinato en Mocejón (Toledo) del pequeño Mateo ha llamado la atención de la Fiscalía, que estudia la posible trascendencia jurídico penal de estas publicaciones en redes sociales que criminalizan de forma generalizada a personas extranjeras.
Fuentes del Ministerio Público confirman a este diario que la unidad de delitos de odio analiza el contenido de estos mensajes falsos, dirigidos especialmente contra menores sin referentes familiares en España, con el propósito deliberado de despertar entre la población sentimientos de odio, hostilidad y discriminación contra los mismos.
El pasado mes de julio el Ministerio del Interior informó de que a lo largo del pasado año se investigaron un total de 2.268 infracciones penales e incidentes de odio en España, lo que supone un incremento del 21,3 por ciento respecto a 2022.
Este martes Milagros Tolón, delegada del Gobierno en Castilla-La Mancha se refirió «a todos aquellos que aprovechan la desgracia humana, como es en este caso la muerte de un niño para soltar todos sus odios en las redes sociales». Según Tolón las redes sociales se han convertido en un «vertedero de inmundicia» en el que sectores ultra han tratado de acusar, culpabilizar e insinuar que quienes tenían la responsabilidad de la muerte del niño no eran otros que migrantes que acababan de llegar al municipio Toledano, donde residen en un hotel. Por ello, arremetió contra estos «sembradores de odio».
Incluso ha recibido estos mensajes el portavoz de la familia de Mateo Asell Sánchez-Vicente, quien señaló habló en contra de criminalizar a nadie antes de que se produjese la detención del joven confeso del asesinato, un vecino de la localidad de 20 años.