En el nuevo escenario global de tensiones al alza y con el tablero geopolítico en ebullición, los gobiernos de medio mundo se han lanzado a reforzar sus industria de defensa. El sector se prepara para un auténtico ‘boom’ mundial y se abraza a la expectativa de un negocio disparado gracias a los presupuestos de seguridad crecientes en todos los países de cara a un nuevo periodo de inestabilidad y de conformación de nuevos bloques internacionales. Y España, su gobierno y su sector de defensa no son una excepción en esta tendencia general.
Moncloa garantiza que España cumplirá el compromiso con la OTAN de elevar el presupuesto de defensa al menos hasta el 2% del PIB (a la espera de que previsiblemente vuelvan a elevarse las exigencias de la Alianza Atlántica a sus miembros), el Gobierno de Pedro Sánchez está más que alineado con el objetivo de impulsar al máximo la autonomía estratégica de la Unión Europea en materia de seguridad, y el Ejecutivo se ha lanzado a azuzar movimientos corporativos en el sector de defensa nacional para crear un ‘campeón nacional’ (incluso alentando directamente adquisición a través de Indra, controlada por el holding estatal SEPI).
El Grupo Oesía, compañía tecnológica y de defensa que está disparando su crecimiento en pleno ‘boom’ del sector, defiende con fervor la necesidad de reforzar la autonomía de Europa y de España en este campo y de aupar las capacidades continentales y nacionales para liderar los nuevos programas de defensa. Pero ve mucho más útil para este objetivo impulsar la colaboración entre compañías que forzar una ola de fusiones corporativas.
“La concentración de la industria de defensa es más conveniente que sea con alianzas que con compras” de empresas, sostiene el presidente de Grupo Oesía, Luis Furnells. “Este negocio va de sumar, de colaborar de manera leal. La concentración que sea de tecnologías, concentración de las capacidades de las empresas, y eso nos permitirá abordar proyectos mayores”. Una postura que va más allá del mero argumentario teórico y que es una de las bases de la estrategia central que el grupo lleva a la práctica desde hace años. “Nosotros creemos más en sumar tecnologías de varias empresas que sean complementarias. Yo creo más en la colaboración y en sumar”.
Alianzas con los gigantesLa compañía comandada por Furnells -la fundó, la preside y controla el 98,5% del capital- ha cerrado en los últimos años grandes alianzas estratégicas con gigantes internacionales del sector como la estadounidense Lockheed Martin, la francesa Thales o las españolas Indra y Navantia, sumando a los grandes proyectos de los colosos sus capacidades hiperescializadas en tecnologías punteras y muy concretas.
“Sabemos hacer pocas cosas, pero tratamos de hacerlas de manera excelente”, explica en una entrevista con EL PERIÓDICO. “No somos plataformistas ni sistemistas, ni pretendemos serlo, pero queremos estar al servicio de los grandes grupos globales que sí lo son. Debemos ser capaces de ser generosos, y sumar lo que sabemos hacer con lo que saben hacer otros y generar más valor”.
Furnells presume de que su compañía es y será “100% española, 100% privada y 100% independiente” y no cree que sea necesario impulsar la creación de un ‘campeón nacional’ de la defensa porque de facto ya existe. “España ya tiene un ‘campeón’ nacional de la industria de defensa, que es la suma toda la industria de defensa”, sentencia, al tiempo que defiende el papel de tracción para todo el sector nacional que ejercen los grupos participados por el Estado español como Indra, Navantia o Airbus.
“Es muy importante para el sector que existan estos tractores. (…) La SEPI tiene un 28% de Indra, el 100% de Navantia y un 4% de Airbus. Es un actor relevante en el sector de defensa por su participaciones en todos los tractores. Y eso es un compromiso no menor del Estado con la industria de defensa”, explica el presidente de Oesía, que también celebra la mayor implicación de la Unión Europea en ganar autonomía estratégica y las aspiraciones continentales renovadas por reforzar la colaboración y la interoperabilidad de los Veintisiete en materia de seguridad. “El centro de gravedad y de decisión se está moviendo del Paseo de la Castellana a Bruselas. Y ahí es donde debemos estar”.
Otro año de récordGrupo Oesía, impulsada por el auge de los sectores de defensa y de la digitalización general, registró el año pasado unos resultados récord. Otra vez. El pasado fue su tercer año consecutivo marcado nuevos máximos de ingresos y de rentabilidad. Y la aspiración, la certeza del grupo, es que 2025 será el cuarto. La compañía registró el año pasado un beneficio neto de 13,7 millones, un 48% más que en el año anterior; elevó sus ingresos hasta los 256 millones, un 16% más; su cartera de contratos anual escaló hasta los 315,5 millones, un 5% más; y el resultado bruto de explotación (ebitda) alcanzó los 36,9 millones de euros, un 38% por encima del ejercicio anterior.
“Los resultados demuestran que la estrategia que desarrollamos es la acertada y que la hemos ejecutado de manera impecable”, presume Furnells. Una estrategia basada en cuatro grandes pilares: la hiperespecialización en sus productos tecnológicos; la inversión en tecnologías disruptivas y emergentes con uso tanto civil como militar (como la cuántica, la fotónica, la inteligencia artificial o soluciones para ciberseguridad); las alianzas para cooperar en tecnología con grandes del sector; y la internacionalización de las ventas (actualmente la compañía concentra un 61% de sus ingresos fuera de España y exporta sus soluciones a 42 países).
Grupo Oesía ultima un nuevo plan estratégico para el periodo 2026-2030 que presentará en el tercer trimestre de este año y con el que buscará para exprimir el ‘boom’ del sector de defensa. El actual plan estratégico ha servido al grupo para disparar su crecimiento, consiguiendo en sólo tres años duplicar sus ingresos, triplicar su ebitda y quintuplicar su beneficio neto, al tiempo que disparaba sus inversiones casi un 50% en el trienio. El objetivo ahora pasa por acelerar aún más el crecimiento, haciéndolo aún “más sano y sostenible” a través de sus cinco grandes marcas (Tecnobit, Oesía Networks, Cipherbit, UAV Navigation e Inster).
La compañía encara el auge del sector de defensa con la intención de reforzar su capacidad de producción en España. El grupo ejecutará una inversión de 20 millones de euros en su factoría de Valdepeñas (Ciudad Real), de su filial Tecnobit, para ampliar las instalaciones y mejorar los procesos con el objetivo de triplicar su producción actual de aquí a 2028. Un ‘macroproyecto’ que reafirma su política de reinvertir íntegramente los beneficios del grupo y de hacerlo en inversiones productivas y en innovación.
“Tenemos el capital humano (con 3.700 empleados), tenemos las infraestructuras (con 19 sedes y 16 centros productivos) y la capacidad financiera (con 70 millones de patrimonio, 36 millones de circulante y una deuda de sólo 1,67 veces su ebitda) para cumplir los objetivos de 2025 y sentar las bases para iniciar el nuevo plan estratégico”, anticipa Furnells, que confirma el hambre del grupo para seguir aprovechando las oportunidades creciente de un sector en auge en un mundo de complejidad geopolítica creciente. “Sin disuasión no hay seguridad y no hay disuasión sin tecnología avanzada. Creemos en la capacidad de la tecnología disruptiva, porque sabemos que es la única vía para incrementar nuestra soberanía nacional y la autonomía estratégica europea”.