Aún sin el aroma de la pólvora que unas horas después derramarían los fuegos artificiales lanzados desde el cercano Puerto de Málaga, a los novilleros con picadores les tocaba poner la munición para encender la llama de la Feria Taurina 2023 con el primer festejo del abono. Con toros de la ganadería portuguesa de Condessa de Sobral, se encontraban en el patio de cuadrillas tres aspirantes con distintas situaciones personales pero con un objetivo común.
El más veterano de ellos era el fuengiroleño Curro Márquez, con una ilusión inquebrantable a pesar de tener ya sus años en el escalafón. Su primero resultó parado, incierto en sus embestidas, y no le permitió sentirse en ningún momento, a pesar de su voluntad de agradar sacándoselo a los medios. El mansurrón no dio para más, y el primer acto del festejo concluía con pitos para el astado y silencio para el lidiador. Su segundo tenía más motor. Exigía mucho mando, una firmeza absoluta para que el novillo no se hiciera el dueño de la plaza. No era fácil, y conforme avanzaba la lidia, la situación era más irreversible para lograr la gloria buscada.
Fuentes Bocanegra
Orejas El caso de Jorge Molina era distinto. Se trata de uno de los novilleros destacados del escalafón, que ya ha mostrado sus condiciones en plazas de la importancia de Las Ventas, y que se presentaba en Málaga con la vitola de ser alguien a quien tener en cuenta. Ya en su primero, sin terminar de rematar, atisbó virtudes en el manejo del capote, sobre todo en la media de remate del recibo. Lo confirmaba con la muleta, gustándose primero al natural, y en redondo con series con enjundia. Solo algún enganchó emborronó un conjunto meritorio que, evidentemente, no era para la oreja que una parte del público solicitó. Quedó en una coherente vuelta al ruedo.
El recibo por delantales al quinto, y nuevamente una bonita media verónica, despertaban esperanzas en el quinto de la tarde. Hacía falta que un toro empujara hacia delante, algp que hasta entonces ninguno de la Condessa de Sobral había hecho. Vio opciones Molina y apostó por el pitón izquierdo. Ya sabíamos que torea muy bien al natural, un tanto irregular, pero con un trazo largo en los muletazos. Puso la pólvora necesaria para cortar, esta vez sí, una justa oreja.
El cordobés Fuentes Bocanegra debutaba con picadores tras ser el pasado año triunfador del Certamen Internacional de Escuelas Taurinas. Venía a por otro éxito, pero el primero de su lote estaba más que cogido con alfileres en cuanto a fuerzas. A pesar de su lógica bisoñez, hizo un planteamiento inteligente de faena, sin quebrantarle nunca, y queriendo tener el temple como bandera. Suya fue la primera oreja de la Feria, premiándose más lo que se intuyó que lo que se vio.
Curro Márquez Álex Zea
Había que ponerle fuego para que la fiesta fuera completa, y Fuentes Bocanegra mostró esa disposición en el que cerraba el encierro. Cuando todo estaba desordenado después de los primeros tercios, puso orden en cuanto tomó la muleta. La faena, con los tiempos bien marcados, estuvo a la altura del mejor astado del encierro. Habría cortado otra oreja de haber estado certero con los aceros, pero lo mejor de todo es que se le ve mucho margen de mejora.