Apenas cuatro segundos con los pies en el suelo y se lanza sin un ápice de duda. El atleta austríaco Peter Salzmann se deja caer junto a esta estrecha cornisa conocida como ‘Ectasy Board’. Diez segundos más tarde alcanza los 347 kilómetros por hora, una velocidad similar a la de un coche de Fórmula 1.
«Creo que el momento de hoy que más recordaré fue cuando estaba en la salida. Fue una sensación increíble. Hicimos la cuenta regresiva desde diez, hasta cero, y luego salté», dice Salzmann.
Lo hace a casi 4.000 metros sobre el nivel del mar y seguido por un dron diseñado para grabar de cerca al piloto Max Verstappen. «El mayor reto fue seguir a Peter lo más cerca posible. Es muy difícil volar este dron con precisión mientras baja por una colina», señala el holandés Ralph Hogenbirk, fundador y piloto de Drone Gods. «Fue una sensación muy interesante ser perseguido por un dron, no esperaba que pudieran seguir el ritmo tan bien», explica Salzmann.
Desde arriba, esta impresionante vista de pájaro reflejando que no existe límite para Peter.
