Guerra abierta entre las principales marcas chinas de la moda ‘low-cost’. El gigante Shein demandó este martes a Temu en Estados Unidos por copiar sus diseños. La firma acusa a su rival de ejecutar una «trama» de robo de secreto industrial, falsificación, violación de derecho intelectual y publicidad engañosa para «infiltrarse» en el país, según el documento de 80 páginas entregado a un tribunal de Washington DC. Ambas compañías han sido, precisamente, acusadas en numerosas ocasiones por marcas como Adidas o H&M de plagiar sus productos.
Shein ha pedido que se celebre un juicio con jurado para determinar una compensación por daños, puesto que la actividad de Temu en Estados Unidos anima a los vendedores de su plataforma a infringir la propiedad intelectual de los demás y a vender productos de baja calidad o falsificados. En la demanda acusa a Temu de «robo de secretos» por parte de uno de sus trabajadores que permitió identificar los productos más vendidos de su plataforma y conocer los precios de los mismos.
Como añadido, la firma textil explica que su competidor pierde dinero con cada compra: «Temu atrae a los consumidores de EE.UU. a descargar y usar su aplicación móvil con la promesa de precios extremadamente bajos, pero Temu no saca beneficio de la venta de esos productos, tan baratos que debe subsidiar cada venta, perdiendo dinero en cada transacción».
No es la primera vez que ambas empresas se enzarzan en litigios y acusaciones cruzadas en Estados Unidos a través de sus matrices corporativas. Hace un año, era Temu quien llevaba a Shein ante un Tribunal Federal de Boston por violar la ley antimonopolio estadounidense en los contratos que cerraba con los fabricantes de ropa, ya que, si trabajaban para Shein, no podían hacerlo para otra marca. Según indicó Temu en su momento, hasta el 80% de los fabricantes de la empresa tenían acuerdos de negociación exclusiva. La firma contraatacó meses más tarde con una demanda presentada contra Temu ante el Tribunal de Distrito del Norte de Illinois por haber utilizado los servicios de influencers en redes sociales que despreciasen los productos de Shein. Ninguna de las dos demandas llegó a buen puerto porque prefirieron poner fin a sus enfrentamientos legales a finales del 2023.
Acusaciones de plagioDesde hace años, Shein afronta las mismas acusaciones de plagio de distintas marcas de moda, como Ralph Lauren o Adidas, y también de artistas. Tres diseñadores estadounidenses denunciaron al gigante del sector ante un tribunal federal de California por haber robado y vendido diseños suyos que eran «copias verdaderamente exactas del diseño gráfico protegido por derechos de autor», algo que equivale a una violación directa de la Ley de organizaciones corruptas e influenciadas por chantajistas, o RICO. Por las mismas fechas, H&M demandó a Shein en Hong Kong por vulnerar sus derechos de autor y marcas registradas.
El revuelo judicial tiene lugar en plena preparación de Shein de estrenarse en la Bolsa de Londres con una valoración cercana a los 58.000 millones de euros. Si bien sus primeros planes se concentraban en cotizar en Nueva York, la hostilidad por parte de los reveladores hizo virar la idea del debut bursátil a un mercado más ‘amable’ para su actividad, como es la capital británica. Desde su expansión por Europa y Estados Unidos, la industria está preocupada y con razón: solo en España, Shein ya es la primera firma de ecommerce de moda con una cuota del 11%, muy por encima del 6% de Zara y del 3% de H&M, según datos de la consultora alemana ECDB. El furor por la llegada de Temu, que cuenta con un catálogo de más de 100 categorías de productos que van más allá de la ropa y de los accesorios, ha hecho peligrar el trono de Shein.