Francia ve en la cumbre hispanofrancesa de este jueves en Barcelona y la firma de un tratado de cooperación y amistad con España la continuación de su política de alianzas con sus países vecinos. Tras haber focalizado durante décadas su posición en la Unión Europea en la alianza francoalemana, el Ejecutivo francés ha intentado en los últimos años ampliar este tipo de relaciones con otros Estados fronterizos. Primero, fue con Italia, con la firma el año pasado del tratado del Quirinal con el Ejecutivo presidido entonces por Mario Draghi. Y ahora impulsa un acuerdo del mismo estilo con España.
“Es la primera vez que firmamos un tratado de amistad y cooperación con España. Es un gesto que no es para nada anodino, ya que solo nos hemos comprometido con tres países de esta forma”, indican fuentes del Elíseo. Tras más de 300 acuerdos firmados entre París y Madrid desde el siglo XVII, esta nueva firma dará un marco más amplio a la estrecha relación, tanto política como cultural y social, entre ambos países.
Este tratado surgió por iniciativa del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su reunión con el presidente francés, Emmanuel Macron, en marzo de 2021 en Montauban. Con este acuerdo, se reforzará la cooperación bilateral entre ambos ejecutivos en numerosos asuntos, como la seguridad, la defensa, industria o la concesión de la binacionalidad a los franceses o españoles que residen en el país vecino.
La delicada gestión de las fronteras Para el Ejecutivo galo, uno de los temas importantes en su relación con España es la gestión de la inmigración a través de la frontera en los Pirineos. Desde hace más de dos años, Francia mantiene cerrados, de manera total o parcial, nueve pasos fronterizos en carreteras secundarias que transitan por el norte de España, desde Catalunya hasta el País Vasco. Una política que molestó a las autoridades españolas y complicó la vida de los habitantes de la zona.
No obstante, el Gobierno francés la mantiene para frenar la llegada de personas migrantes en situación irregular. En la cumbre en Montjuïc, empezarán las reuniones de un grupo de trabajo sobre esta cuestión migratoria, con el que se pretende impulsar unidades de policía fronteriza en que colaboren agentes de ambos países, como ya sucede entre Francia e Italia.
La cumbre hispanofrancesa, que ha suscitado en Francia un interés mediático inferior al de España —en el país vecino la actualidad está centrada en la huelga este mismo jueves contra la reforma de las pensiones—, también servirá para mostrar la convergencia de puntos de vista entre Macron y Sánchez en asuntos clave de la política europea. Fuentes del Elíseo ponen como ejemplo la respuesta de la UE a las políticas proteccionistas de Biden, la reforma del mercado eléctrico europeo y que el precio de la luz deje de depender del gas o los debates en Bruselas sobre las reglas presupuestarias y del déficit.
El presidente francés confía en contar con el respaldo de su homólogo español en un inestable tablero europeo, en que han ganado peso los países del Este con la invasión rusa de Ucrania. Después de perder a su aliado Draghi con la victoria de la ultra Giorgia Meloni en Italia y en un momento en que las relaciones con el alemán Olaf Scholz no resultan plácidas, Macron ve con buenos ojos el apoyo de Sánchez.