Alberto Núñez Feijóo está ultimando cambios y futuras incorporaciones a los distintos anillos que giran en torno al PP para culminar un puzle interno que empezó con el arranque del año en Génova. La vuelta de Borja Sémper (por ahora como portavoz electoral y en un futuro, según esperan en el partido, se reajustará para que lo siga siendo) o el exministro Íñigo de la Serna para elaborar el programa marco mirando a las elecciones de mayo fueron las primeras piezas. La Fundación Concordia y Libertad que el líder del PP quiere reactivar y utilizar como enlace con la sociedad civil es el próximo objetivo, ya mirando a las generales.
El elegido para dirigirla es Pablo Vázquez, economista y expresidente de Renfe (entre 2014 y 2016, precisamente con De la Serna en el Ministerio de Fomento), que deberá cerrar el resto de perfiles. Según explican en el entorno de Feijóo, en los próximos se seguirán conociendo nombres de patronos que tampoco serán del ámbito de la política, sino de otros sectores como la economía o la empresa, o el mundo intelectual.
La hoja de ruta que tiene en la cabeza Génova pasa por lanzar un mensaje de apertura y de captación de talento más allá de los expolíticos que quieran sumarse al proyecto de terminar con el Gobierno de Pedro Sánchez. Uno de los objetivos también era engullir activos de partidos rivales como Ciudadanos. El fichaje de Begoña Villacís, sin embargo, se frustró por completo hace solo dos semanas.
En Génova están convencidos de que ha llegado el momento de reactivar la fundación para tener su propio ‘think tank’ ligado a las siglas en un año electoral clave en el que la verdadera pretensión de Feijóo es romper la dinámica de bloques y conseguir un trasvase de votantes socialistas hacia el PP. Tener una fundación potente cerca del partido también fue la idea de Pablo Casado, que en 2018 puso a Adolfo Suárez Illana al frente con ese propósito. Pero la realidad es que ni tuvo actividad ni mucho menos influencia.
Su marcha, además de tener consecuencias en el Congreso, permitirá dar un giro completo. En una entrevista con la agencia Servimedia, Feijóo ya adelantó que contaría con un gestor profesional de la empresa privada para dirigir Concordia y Libertad. Ayer se confirmó que se trataba de Vázquez.
Exdirigentes populares Si en algo coinciden dentro de la nueva dirección es que el desembarco de Feijóo animó a ex pesos pesados del PP que se marcharon tras la victoria de Casado y Teodoro García Egea a volver a acercarse a la formación. No necesariamente incorporarse a las siglas o volver a estar dentro de unas listas electorales. Pero el objetivo es “que quien quiera estar encuentre la manera de hacerlo”, aseguran en la dirección nacional. En la sede, el partido, la fundación o “ayudando a hacer papeles”, zanjan. De lo último, hay mucho.
Desde exministros, tanto de Aznar como Rajoy, a secretarios de Estado. El nombre de Fátima Báñez, hoy en CEOE, sonó mucho. La sintonía de Feijóo con la patronal es más que evidente y la posibilidad de que la exministra de Trabajo pueda seguir aportando o sumarse más adelante al proyecto nunca ha dejado de estar encima de la mesa. También los hermanos Nadal, Álvaro (diputado y exministro) y Alberto (dirigente nacional y ex secretario de Estado) son nombres que suenan a menudo como personas con las que Génova consulta o el exministro de Economía, Luis de Guindos, hoy vicepresidente en el BCE.
Ampliación en Génova Lo que sigue pendiente, tras la incorporación de Sémper, son posibles incorporaciones al comité de dirección. Como publicó este diario, es una de las ideas que Feijóo tiene en la cabeza, aunque el próximo objetivo es la Fundación. Después, aseguran en la cúpula, podría aparecer algún nombre nuevo. Y la necesidad de reforzar la presencia de mujeres es cada vez más evidente.
En el núcleo duro del líder conservador no lo niegan. En este momento Cuca Gamarra, secretaria general, y Carmen Navarro, vicesecretaria general de Política Social y reforzada como secretaria cuarta de la Mesa del Congreso, son los dos principales referentes. También está como portavoz en el Parlamento Europeo Dolors Montserrat. Pero a nadie se le escapa la posibilidad de que lleguen nuevos rostros femeninos.
