Una persona irrepetible. Un alquimista literario del humor. El mejor anfitrión posible en el planeta de la alegría. Así era Cristóbal Ruiz, al que ya se le echa mucho de menos en su Lavapiés vital y en La Cala de Mijas, su primer Macondo. Esa cuna natal en la que da nombre a un centro cultural y ha sido decretado un día de luto oficial por el Ayuntamiento de Mijas, que lo abrazó hace casi diez años como uno de sus hijos predilectos. Allí se produjo en 1966 el prólogo y también se vivirá el epílogo de la novela de su vida, con el funeral de este viernes. A este escritor único se le llora en Madrid, en su pueblo con mar costasoleño o incluso en Benalmádena, dónde está radicada la editorial de sus últimos títulos: EDA Libros. Es, precisamente, su letraherido capitán, Paco Torres, quien este jueves grisáceo anda -con la voz entrecortada tras hablar con la compañera de viaje de Cristóbal, Alicia- recordándolo en conversaciones telefónicas con sus amigos. El editor se ha transportado, de repente, a la intensidad de sus variados encuentros y se ha detenido en el último: en la pasada Feria del Libro de Madrid, en la que brindaron y empezaron a trabajar en la publicación de la que sería su próxima narración.
La última que vio la luz irrumpió en las librerías con un magistral arrebato de surrealismo hace un lustro. Cristóbal Ruiz construyó una gran novela sobre su madrileño barrio de Lavapiés en las páginas de ‘Hola, Melón (El grifo del Rompeolas)’. Y, poco más de un año después, llegó la pandemia, de la que hizo una bitácora imprescindible que fue publicando en su blog. Y, de hecho, algunos fragmentos aparecieron en La Opinión de Málaga.
‘Hola, Melón’La publicación de ‘Hola, Melón’ se produjo cuatro años después de la aparición de su anterior novela, El Arcángel (La Canción del Hijoputa), que vio la luz en 2015 cuando Cristóbal Ruiz aún saboreaba la resaca de su Premio Goya al mejor guión adaptado por ‘Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo’.
Precisamente, el director de aquella película, Javier Fesser, celebró la puesta de largo de la tercera novela del autor malagueño recordando que «al delicioso y siempre divertidísimo surrealismo de Cristóbal Ruiz le pasa como al oro, que es difícil ponerle precio».
«El brillo de su literatura refleja el de los ojos del niño travieso y juguetón que jamás le ha abandonado, y la mala leche con la que da de comer a sus personajes proviene de su encabronamiento con la vida, el más mordaz y original que yo haya conocido», proclamó el director de Campeones.
Novelista y guionistaCristóbal Ruiz (La Cala de Mijas, Málaga, 1966) se trasladó a Madrid en 1985, dónde residía combinando su actividad literaria propia con la escritura de guiones para cine y televisión. Colaboró como guionista con Cruz y Raya, Pepe Navarro o Javier Fesser. También trabajó para series tan recordadas como La casa de los líos o Manos a la obra; o en los últimos tiempos para programas de Canal Sur. Además, fue reconocido con la Medalla del Círculo de Escritores Cinematográficos y con el título de Hijo Predilecto de Mijas. En nombre del municipio, la alcaldesa, Ana Mata, ha trasladado sus condolencias a los familiares y amigos de Ruiz, del que ha dicho que era un «vecino ejemplar, que siempre llevaba el nombre de Mijas por bandera».
Su primera novela, El loco Wonder, la publicó la editorial Espasa-Calpe en 1999 y fue muy bien recibida por la crítica y los lectores. Tras declinar otras ofertas que intentaron condicionarla, tuvo que esperar hasta 2014 para publicar en EDA Libros la siguiente.