Estados Unidos sigue estrechando el cerco a los gigantes tecnológicos. La Comisión Federal de Comercio (FTC) y 17 estados del país han presentado este martes una demanda en la que acusan a Amazon de abusar de su dominio del mercado del comercio electrónico para reforzar su monopolio y asfixiar a la competencia.
La esperada querella asegura que la multinacional logística habría presionado a los pequeños comerciantes que operan en su plataforma, impidiendo que ofreciesen precios más asequibles en otros lugares y obligándoles a enviar productos a través de sus servicios. Esa presunta «conducta ilegal» también habría perjudicado a los consumidores.
«Las acciones de Amazon le permiten impedir que rivales y vendedores bajen los precios, degradan la calidad para los compradores, cobran en exceso a los vendedores, sofocan la innovación e impiden que los rivales compitan de manera justa», ha señalado la agencia del Gobierno en un comunicado.
La presidenta de la FTC, Lina Khan, ha remarcado que, con ella, pretende que el gigante del comercio en línea «rinda cuentas por estas prácticas monopolísticas y restaure la promesa perdida de una competencia libre y leal». De prosperar, la agencia reguladora podría obligar a Amazon a realizar cambios en su negocio.
Gigante de muchos tentáculos Amazon fue fundada en 1994 por Jeff Bezos. Entonces era tan solo una librería ‘online’, pero su negocio se ha transformado y expandido durante las últimas tres décadas hasta convertirse en un imperio con múltiples tentáculos. Actualmente, la multinacional domina el comercio minorista en internet, pero también el mercado de la computación en la nube –esencial en la construcción de la red– y juega un rol destacado entre las plataformas de televisión a la carta con Amazon Prime Video.
La demanda de EEUU llega después de cuatro años de investigación y supone el mayor desafío del Gobierno estadounidense al poder de Amazon. En los últimos años, Washington ha acentuado su presión sobre los abusos de poder de las grandes empresas de la industria tecnológica, presentando demandas antimonopolio similares contra Google y Meta, la empresa matriz de Facebook e Instagram.