Hace unos días los medios informaban de una modificación del actual Reglamento de Ejecución de la Unión Europea conforme la cual la empresa Nutriearth quedaba autorizada para comercializar polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas enteras de ‘Tenebrio molitor’, comúnmente llamado gusano de la harina. La alarma no tardaba en producirse en las redes ante la posibilidad de comer estos insectos de forma camuflada en pan, queso o dulces. De hecho, fue tal la polémica que la Comisión Europea ha decidido sacar un comunicado asegurando que «la UE no va a obligar a comer harina de gusano».
Desde la institución indican que sí es cierto que algunos fabricantes quieren comercializar alimentos que no han sido consumidos tradicionalmente dentro de la UE, como los basados en insectos, pero «estos nuevos alimentos están permitidos dentro de la UE siempre y cuando se cumplan unas normas muy estrictas para garantizar nuestra seguridad». En resumen, por un lado, la Comisión Europea recalca que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) se encarga de analizar si estos alimentos son seguros para el consumo humano y, por otro, asegura que siempre aparecerán los ingredientes en el etiquetado, por lo que tan pronto como un nuevo alimento queda autorizado, «la decisión de consumirlo o no es completamente tuya», explican desde la institución.
Comunicado de la OCUTambién la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha salido a desmentir la idea que se ha extendido de que en España se puede comer harina de gusano sin saberlo. Desde la OCU informan de que ya hace varios años que se ha autorizado el gusano de la harina para el consumo humano, pero que es ahora cuando se ha publicado el Reglamento UE 2025/89 que da luz verde a la comercialización de polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas de ‘Tenebrio molitor’ en los países de la UE. «Pero eso no significa en modo alguno que vayan a usar ese ingrediente en tu comida sin que tú lo sepas», recalcan desde la OCU.
La aprobación de la harina de gusano como nuevo ingrediente permite precisamente eso, usarlo como ingrediente, pero siempre y cuando aparezca etiquetado en el producto como «polvo tratado con radiación ultravioleta de larvas de ‘Tenebrio molitor’ (gusano de la harina)». Insisten desde la OCU en la importancia de esta indicación porque consumirlo sin saberlo podría causar reacciones alérgicas a personas que no toleran los crustáceos: «además de las reticencias personales y las comprensibles barreras mentales estos organismos pueden tener contaminantes y causar reacciones alérgicas (a personas con alergia a los crustáceos), y deben avisar de ello».
«Nadie nos va a obligar a tomar insectos, ni ningún otro ingrediente. Por muy buena fuente de proteínas que sean, o por muy exóticos o sostenibles que resulten, en absoluto se va a recurrir a harinas derivadas de insectos sin informar»La OCU es tajante al aclarar que «nadie nos va a obligar a tomar insectos, ni ningún otro ingrediente. Por muy buena fuente de proteínas que sean, o por muy exóticos o sostenibles que resulten, en absoluto se va a recurrir a harinas derivadas de insectos sin informar».
Sello de la ranitaOtro bulo parecido que se extendió como la pólvora en España fue el del sello de la ranita, que también fue desmentido por la OCU en su momento, en septiembre de 2023. Se viralizó en redes sociales la idea de que los fabricantes usaban un sello con una rana (el famoso sello de sostenibilidad de Rainforest Allianz) para indicar de forma encubierta que sus productos usaban harina de insectos. En realidad ese sello no tenía nada que ver con eso, sino que estaba relacionado con criterios de sostenibilidad.
Sello de la ranita. / C.G.
De nuevo la OCU aclaraba que en la lista de ingredientes siempre debe aparecer toda la composición del alimento y que, por lo tanto, no se puede substituir la mención de un componente por un pictograma, sello o dibujo. «Lo contrario sí puede suceder: reforzar la presencia de un ingrediente con una imagen. Un ejemplo habitual es cuando un producto tiene aceite de oliva y aparece dibujado en el frontal del envase», aclaraban desde la organización.