Durante el período comprendido entre 2024 y 2027, las prestaciones por jubilación sujetas a aportaciones experimentarán un progresivo aumento con el propósito de asegurar que los aproximadamente 10 millones de beneficiarios, los pensionistas, no queden por debajo del umbral de pobreza establecido para un hogar con dos adultos. Este ambicioso objetivo y consecuente incremento implicarán que, en 2027, la pensión mínima superará en un 22% la cantidad que se cobra actualmente.
En el año 2023, la prestación mínima destinada a aquellos con un cónyuge a cargo se fija en 13.526,80 euros anuales, lo cual, considerando la anunciada subida progresiva, ascenderá a 16.500 euros al año en 2027, en el mejor escenario. Como resultado del incremento en nuevos beneficiarios y de la revalorización del 8,5 % ya aplicada para contrarrestar el aumento del IPC, el Gobierno destinará este año la cifra de 190.687 millones de euros al pago de pensiones, lo que representa un incremento del 11,4% en comparación con 2022.
Por otro lado, el PSOE, en su programa electoral de cara a la próxima legislatura, plantea una propuesta para salvaguardar el poder adquisitivo de todas las pensiones, mediante su inclusión en la Constitución, vinculándolas al Índice de Precios al Consumo.