Vuelve Elvira Roca Barea a las librerías. ‘Ingrata patria’ (Planeta) confirma el paso firme de la ensayista hacia la ficción con una historia protagonizada por una de las figuras femeninas más fascinantes de la Roma republicana: Cornelia, madre de los Gracos. La mujer que educó a héroes y desafió al Senado de Roma. La primera dama romana a quien se erigió una estatua en el Foro cuya fama, más allá de la Urbe, llevó a un faraón egipcio a pedir su mano.
La novela se sitúa en el siglo II a. C., en un momento crucial para Roma: una república en expansión, agitada por profundas tensiones sociales, enfrentamientos entre patricios y plebeyos, y una clase política que oscila entre la corrupción, el miedo y la violencia. En ese contexto de convulsión, la malagueña rescata y recrea con una extraordinaria sensibilidad la vida de Cornelia Africana, hija de Escipión el Africano, esposa de Tiberio Sempronio Graco y madre de Tiberio y Cayo Graco, los dos tribunos reformistas que desafiaron al Senado y pagaron con su vida el intento de cambiar el destino de Roma.
Pero esta no es solo la historia de una madre. Es la historia de una mujer culta, fuerte, orgullosa de su linaje y de su lengua, que se niega a ocupar el lugar pasivo que su tiempo le asigna. Cornelia educa a sus hijos en los ideales del servicio público y la justicia, y cuando el poder reacciona con violencia, ella no se retira ni se esconde. No solo honra la memoria de sus hijos, sino que se convierte en figura política por derecho propio.
A través de una estructura epistolar, con saltos temporales que permiten reconstruir el pasado desde una mirada madura y herida, Roca Barea ofrece una narración íntima y política a la vez, avanzan desde su editorial. En ese cruce entre la crónica familiar y la denuncia pública, la novela reflexiona sobre temas de enorme vigencia: la traición de las élites, el desprecio a la virtud, la fragilidad de las instituciones republicanas, el lugar de la mujer en la Historia y la relación entre el ciudadano y su patria. ‘Ingrata patria’ no es solo una recreación de Roma. Es también una lectura actual de los mecanismos que llevan a una sociedad a volverse contra sus propios mejores hijos. Una novela sobre el precio de la verdad, la ingratitud de las patrias y el legado de quienes, aun derrotados, se niegan a callar.
‘Imperiofobia’Elvira Roca Barea (El Borge, 1966) es licenciada en Filología Clásica y Filología Hispánica, y doctora en Literatura Medieval. Ha enseñado en varias universidades estadounidenses y europeas latín y griego, literatura española e historia del mundo hispano. Es autora de numerosos artículos publicados en revistas especializadas y diarios de tirada nacional, y ha impartido conferencias dentro y fuera de España. La mayor parte de su vida profesional la ha dedicado a alfabetizar adolescentes en la enseñanza pública como profesora de instituto.
Su popular ensayo ‘Imperiofobia’, sobre la leyenda negra española, le valió un volumen importante de ventas (más de 25 ediciones) y también una parroquia lectora entusiasta, a favor de las tesis de la profesora malagueña: en realidad, el Imperio español puso en práctica una política de inclusión y mestizaje en su expansión, a diferencia de los británico, alemán y belga, que diseñaron una campaña de hispanofobia para debilitar al contrincante español (y que perdura en nuestros días). De otro lado, no pocos pusieron el grito en el cielo y acusaron a la autora de no aportar las referencias suficientes para sostener las páginas del libro (el diario ‘El País’ dedicó un artículo por entero inequívocamente titulado ‘Las citas tergiversadas del superventas sobre la leyenda negra española’).
Tiempo después, tras ‘Fracasología’ y ‘6 relatos ejemplares 6’, Roca Barea regresó a las librerías con un propósito similar, el de revisar prejuicios cimentados por la historia, pero no con un ensayo sino con una novela a partir de hechos y personajes históricos, ‘Las brujas y el inquisidor’, con la que obtuvo hace un par de años el Premio Primavera de Novela.