El 26 de julio de 2012, Mario Draghi salvó el euro con su famosa frase “Whatever it takes”, poniendo el precio oficial del dinero incluso en negativo, lo cuál condenó durante años la inversión en Renta Fija. El precio lo pagaron los inversores conservadores y ahorradores de la Zona Euro. Con el cambio de política monetaria y las subidas de tipos del Banco Central Europeo desde 2022, muchos ahorradores se han lanzado a por las Letras del Tesoro español, pero estas están bajando una vez que se ha contralado la inflación, pues se ha rebajado dos veces el tipo de interés del 4,5% al 4%, y seguirá bajando. Por ello, las Letras a doce meses han disminuido su TIR desde el 3,5% (incluso tocaronel 3,80%) hasta el actual 2,60%.
Pero los inversores de Letras se ven, antes o después, en esta situación: llegado el momento, las letras vencen y hay que decidir si las reinvertimos o bien buscamos otra alternativa, por ejemplo, hacerlo en un fondo de inversión o en una cartera de Renta Fija gestionada.
Para aquellos que decidan reinvertir en letras, es importante destacar lo que ya decíamos antes: los tipos están cambiando, por lo que se hace interesante inclinarse más a plazos algo más largos, como puede ser nueve o doce meses.
Los que, por el contrario, decidan buscar mayores rentabilidades, aunque sea exponiéndose a algo más de riesgo, pueden elegir otras opciones, la Renta Variable.
Otra opción de bajo riesgo a considerar son los Fondos de Renta Fija, que es una de las apuestas favoritas de muchos inversores en los últimos tiempos. Y es que a través de estos fondos se invierte gran parte del patrimonio en activos de renta fija, lo que los convierte en una buena opción para los ahorradores más conservadores, ya que son instrumentos con bajo riesgo asociado. Eso sí, en comparación con otros productos de financieros, su rentabilidad es reducida, aunque la posibilidad de obtener rentabilidades negativas también es menor que, por ejemplo, en el caso de fondos de renta variable.
En este sentido comentar qué en tiempos de inestabilidad en los mercados, muchos inversores optan por incluir la renta fija en sus inversiones. Y es que se trata de un tipo de activos que, cuando son a corto plazo, tienen una baja volatilidad, lo que resulta atractivo para aquellos que quieren tener más controlados sus riesgos.
Opción muy atractivaEs una realidad que durante los últimos años la renta fija no daba grandes rentabilidades (recuerden a Mario Draghi). Pero, en un ambiente de mercados convulsos, este tipo de inversión se posiciona como una opción muy atractiva. En Renta 4 contamos con múltiples opciones de fondos de renta fija, para que cada inversor pueda escoger lo que mejor se adapte a su perfil de riesgo.
Finalmente, también se puede barajar la alternativa de contratar una cartera gestionada, la cual es la mejor opción para los inversores que buscan tranquilidad. Se trata de carteras de fondos formadas con base en el perfil de cada inversor. Las decisiones las toma, en todo momento, un equipo de expertos, que centran sus esfuerzos en obtener la mayor rentabilidad posible, siempre ajustándose al nivel de riesgo de cada cliente. Si bien invertir en carteras gestionadas no está exento de riesgos, sí cuenta con la tranquilidad de delegar las decisiones en un profesional.
En definitiva, la inversión en renta fija ofrece una serie de beneficios más allá de su rentabilidad, como: seguridad y estabilidad, especialmente en deuda pública; ingresos regulares a través de los pagos de intereses en bonos y obligaciones; y rentabilidades predecibles si mantienes tu inversión hasta vencimiento.
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