El presidente de la provincia española de Valencia, Carlos Mazón, rechazó los pedidos de su dimisión en medio de la creciente ira pública por su gestión de las recientes y devastadoras inundaciones que mataron a más de 210 personas en la zona. Admitió que se cometieron errores, pero afirmó que la escala «apocalíptica» y sin precedentes del desastre abrumó al sistema.
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