En el ecuador de una semana marcada por los resultados empresariales y la política internacional, la Bolsa española arranca la jornada del miércoles con números rojos. El Ibex 35 retrocedía un 0,49% en los primeros compases del día, situándose en los 14.277 puntos y perdiendo así el umbral de los 14.300, lastrado por la incertidumbre en torno a los tipos de interés en Estados Unidos y por la publicación del dato de inflación en España.
Con la mirada puesta en la Reserva Federal —que podría mover ficha hoy sobre el precio del dinero—, el mercado también digería una batería de resultados empresariales clave. CaixaBank presentó unas ganancias semestrales de 2.951 millones de euros, un 10,3% más que en el mismo periodo del año anterior, mientras Banco Santander aumentó su beneficio un 12,8%, hasta los 6.833 millones.
El contraste lo protagonizó Telefónica, que encajó unas pérdidas netas de 1.355 millones de euros en la primera mitad del año, frente al beneficio de 950 millones que registró en 2024. La compañía achaca el resultado a los ajustes contables derivados de su estrategia de desinversión en Hispanoamérica, aunque mantiene su hoja de ruta y confirma un dividendo de 0,3 euros por acción para este año.
En el terreno más defensivo, Redeia mantuvo prácticamente sus beneficios, con 269,5 millones, y Aena creció un 15,4%, hasta los 301,3 millones de euros en el primer semestre.
En el plano macroeconómico, el IPC interanual repuntó en julio hasta el 2,7%, cuatro décimas más, empujado por la comparativa con la fuerte bajada de precios eléctricos del año pasado y el encarecimiento de los carburantes, aunque de forma más contenida.
Dentro del Ibex, el protagonismo era para Grifols, que se disparaba un 6,8% tras presentar resultados positivos al cierre de la jornada anterior. Repsol también avanzaba, con un alza del 1,4%. En cambio, Santander y Ferrovial lideraban las caídas, con recortes del 2,07% y 1,67%, respectivamente.
Las principales plazas europeas arrancaban con tono mixto. París subía levemente, mientras Londres, Milán y Fráncfort comenzaban en rojo.
En los mercados energéticos, el crudo Brent cotizaba al alza en 71,75 dólares el barril, mientras que el WTI estadounidense lo hacía en 69,28 dólares. En el mercado de divisas, el euro se intercambiaba por 1,1562 dólares y la rentabilidad del bono español a diez años descendía al 3,275%.