Vall Companys vuelve a cerrar otro ejercicio con números de récord, aunque el cuadro reluzca algo menos que el del año anterior. Este grupo alimentario con sede en Lleida y conocido especialmente por su actividad en el sector cárnico (tienen unas 2.000 granjas entre las porcinas y las avícolas, casi 20 plantas sumando las que tratan producto vacuno y producen más de 850.000 toneladas de carne en total, además del negocio de la distribución y de su actividad en la industria harinera) facturó 4.163 millones de euros en 2024, lo que es apenas un 0,3% más frente al +40% que rozaba el año anterior. Las ganancias sí que crecen de forma mucho más notable, al incrementar un 15% el beneficio neto (279 millones de euros), pero esto vuelve a ser un porcentaje algo más discreto al del año previo.
Para la compañía, se trata igualmente de un balance satisfactorio. «Esta cifra de negocios sitúa la compañía en una posición de referencia en el sector de la alimentación en España, junto a otras empresas de origen nacional y otras de origen internacional», remarca en un comunicado un grupo que se sabe el principal productor porcino de España y Europa. De hecho, fuentes de la firma explican el estancamiento en las ventas con cuestiones más circunstanciales que con la evolución del negocio.
Se refieren a que las empresas compradas el año pasado (Montesano, en Canarias; Ganaderías Casaseca, en Castilla y León; Comercial Vera, en Palma de Mallorca; o Paletas Marpa, en la Comunidad Valenciana) son más pequeñas que las adquisiciones hechas en años anteriores y que, consecuentemente, sí tuvieron un impacto mayor en su tamaño. Además, que no todas computan ya en los resultados del año pasado. También en que el precio de cotización del porcino en Mercolleida ha sido inferior al del año anterior. Es decir que la empresa «ha incrementado sus ventas en volumen –dicen–, pero no en valor».
Muy en línea con lo que es habitual en esta casa, prácticamente la mitad de sus ingresos vienen del negocio en torno al porcino, algo menos de una cuarta parte del pollo y un 15% de la harina. Y solo en el caso del cerdo son significativas las ventas al exterior: exportan un 40% de lo que producen, especialmente a Europa Central.
En cualquier caso, lo que sí celebran con gusto en este grupo alimentario son las ganancias. Se han incrementado un 14,8% de un año a otro (y ya las habían duplicado en 2023). El beneficio neto de 2024 se sitúa en los 279 millones de euros. «El margen ha incrementado casi un punto respecto 2023», reza el comunicado. «Esta mejora se debe a diferentes factores: la capacidad de tener unos costes de producción más competitivos que los precios de lonja, una política de coberturas estratégica en la contratación de materias primas de alimentación animal y energía, y el aprovechamiento de sinergias comerciales», profundizan.
En este año, Vall Companys ha invertido 118 millones de euros en mejorar sus instalaciones y calcula que ha pagado unos 174 millones de euros en impuestos a la Seguridad Social por sus trabajadores, que ya son más de 14.400.