El gobierno liderado por los socialistas de España ha iniciado acciones legales para cerrar un grupo que existe para promover y preservar el legado del general Francisco Franco, el dictador que gobernó el país durante casi 40 años.
En una declaración el jueves por la mañana, el ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, dijo que había iniciado un proceso judicial para disolver la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) por su incumplimiento de la legislación que prohíbe cualquier intento de glorificar el régimen de Franco.
La ley de memoria democrática, que se introdujo hace casi dos años, tiene como objetivo brindar “justicia, reparación y dignidad” a las víctimas de la guerra civil y la posterior dictadura. Franco tomó el poder mediante un golpe militar contra el gobierno republicano elegido democráticamente en 1936.
La legislación contiene disposiciones para el cierre de fundaciones que «actúan en contra del interés general al apología del franquismo, glorificando el golpe de Estado, la dictadura o sus líderes, y que desprecian y humillan a las víctimas del golpe de Estado, de la [civil] guerra y del franquismo, o que directa o indirectamente inciten al odio o a la violencia contra ellos”.
Urtasun dijo que los tribunales decidirán sobre el destino de la fundación después de estudiar los informes de la Secretaría de Estado para la Memoria Democrática y de la Fiscalía General.
«Los jueces tendrán la última palabra», afirmó. “Es responsabilidad de este ministerio cumplir escrupulosamente la ley de memoria democrática. Eso es lo que hemos hecho, lo que estamos haciendo hoy y lo que seguiremos haciendo”.
Creada menos de un año después de la muerte de Franco en noviembre de 1975, la FNFF existe para “difundir y promover el estudio de la vida, el pensamiento, el legado y la obra” del hombre que, como dice su sitio web, “gobernó el destino de España entre 1936 y 1977”.
Además de tener una biblioteca con más de 30.000 documentos en su sede cerca del estadio Bernabéu de Madrid, la fundación vende libros y una selección de corbatas, cinturones, gemelos y bañadores patrióticos en su sitio web. Su presidente ejecutivo es un ex general de marina y su presidente de honor es el bisnieto de Franco, Luis Alfonso de Borbón.
En un comunicado emitido más tarde el jueves, la fundación dijo que la decisión era «absurda» y un «intento de silenciar a quienes no están de acuerdo» con el gobierno y su «dictadura de estilo bolivariano». Añadió: “La Fundación Nacional Francisco Franco seguirá defendiendo sus principios y luchando por la verdad y la justicia históricas”.
En 2017, más de 200.000 españoles firmaron una petición presentada en el Parlamento pidiendo al entonces gobierno conservador que prohibiera la fundación.
«En Alemania o en Italia sería impensable tener una fundación Hitler o una fundación Mussolini», se lee en la petición.
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Los procedimientos legales para cerrar la fundación son el último paso que ha dado el gobierno del primer ministro, Pedro Sánchez, para tratar de ayudar a España a aceptar su pasado.
Hace casi cinco años, el gobierno exhumó a Franco de su tumba en la basílica del Valle de los Caídos en las afueras de Madrid y lo volvió a enterrar en un mausoleo familiar.
Los oponentes políticos de Sánchez han denunciado tales medidas como políticamente motivadas y perjudiciales para la unidad nacional.