El juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge acordó este viernes el ingreso en prisión sin fianza del ciudadano surcoreano Chang Su Lim por riesgo de fuga después de que nueve agentes de Policía le reconocieran «sin ningún género de dudas» como uno de los hombres que asaltaron la Embajada de Corea del Norte en Madrid el 22 de febrero de 2019. En concreto, iba ataviado con una prenda que tenía una «capucha gris», según explica el auto al que ha tenido acceso El Periódico de España, del grupo Prensa Ibérica.
Los policías también sitúan a Chang Su Lim el 20 y 22 de febrero de 2019 en la ferretería madrileña en la que el grupo que atacó la Embajada de Pionyang en la capital española adquirió «algunos de los instrumentos utilizados en el asalto», prosigue el relato del magistrado sobre este ciudadano surcoreano, que fue detenido en Hungría y entregado a la Audiencia Nacional tras permanecer fugado cuatro años.
La Policía llega a estas conclusiones tras «innumerables horas de visionado de imágenes de las cámaras de seguridad de la Embajada y la familiariación con la fisonomía de todos y cada uno de los investigados de la presente causa», prosiguen los agentes.
«Fisonomía característica» En concreto, la fisonomía de Chang Su Lim es, prosigue la Policía, «especialmente característica», pues tiene una «cara plana, pelo sobre los ojos con flequillo recto, zona despoblada de pelo en coronilla y zapatillas usadas».
Lim también fue uno de los surcoreanos que se alojaron entre el 10 y el 15 de junio de 2018 en el Hotel Eurostars Zarzuela Park, que fue el mismo que utilizaron los asaltantes un año después.
Ante estos indicios el juez De Jorge, que aprecia riesgo de fuga de Su Lim, hace en su auto un relato de los hechos acontecidos en el asalto a la Embajada y concluye que la investigación ha acreditado de forma inequívoca la participación directa y activa del detenido en los hechos.
«Por la fuerza» En concreto, el instructor relata que el día del asalto un grupo de personas, lideradas por el surcoreano Adrián Hong Chang entraron por la fuerza en la Embajada de Corea del Norte «por la fuerza», utilizando «armas de fuego, machetes y cuchillos».
Y luego secuestraron a todo el personal, «golpeándolos y causando lesiones a algunos, entre ellos el encargado de Negocios» de la oficina diplomática. Y a continuación procedieron a registrar todo el edificio, tras lo que huyeron apropiándose de tres vehículos diplomáticos propiedad de Corea del Norte. La Embajada también ha denunciado la sustración de «un par de pendrives, dos ordenadores, dos discos duros -uno de ellos de almacenamiento de imágenes de seguridad- y un teléfono móvil marca Huawei».
Una de las mujeres que se encontraba dentro del edificio trató de escapar «por la terraza de la habitación, terminando por caer al suelo, produciéndose varias lesiones, pudiendo escapar y salir del recinto de la Embajada a través de la pista de pádel», que tenía una salida directa al exterior.
La cara del presidente Estos hechos alertaron a una patrulla de Policía, que acudió a la Embajada para interesarse por la seguridad de sus ocupantes: «La persona que abrió la puerta fue Adrián Hong Chang, quien se había colocado en la solapa de la chaqueta un pin con la cara del presidente de la República Popular y Democrática de Corea [Corea del Norte], presentándose como un representante o autoridad de la Embajada, diciéndoles que no había ningún problema», prosigue el juez, que recuerda en su auto que los atacantes explciaron a los agentes que si ellos habían detectado que un ciudadano de Corea del Norte tenía algún problema, ellos debían comunicárselo al Consulado. Finalmente abandonaron el edificio por una calle trasera.
La resolución de De Jorge incluye, además, información suministrada por el FBI de Estados Unidos en la que se hace constar la participación del detenido, que llevaba cuatro años fugado, y de otros cuatro individuos relacionados con la organización denominada ‘Cheollima Civil Defense’.
Huida desde Portugal La Investigación, completa el juez en el auto de prisión, acredita que varios de los reclamados, entre ellos Chang Su Lim, huyeron de Europa a través de Portugal.
La Fiscalía había solicitado al magistrado que decretara la prisión provisional comunicada y sin fianza por riesgo de fuga contra este ciudadano de Corea del Sur, que junto a otros nacionales del país asiático atacaron la representación consular de Pionyang en España.
El Ministerio público de la Audiencia Nacional le imputa de forma indiciaria los delitos de allanamiento, detención ilegal, lesiones y robo con violencia, especifica un comunicado del Ministerio Fiscal.