Cualquier tiempo pasado fue mejor. La copla de Jorge Manrique bien podría atribuirse a un puñado de empresas españolas, algunas centenarias, que vivieron sus días dorados hace décadas y que este año se han enfrentado al crudo abismo del concurso de acreedores, la insolvencia e, incluso, la liquidación. Se trata de compañías que han acompañado a generaciones como Marie Claire, Marypaz, Party Fiesta, Ikatz Fotoprix e incluso Duralex, firma francesa pero muy vinculada a los hogares españoles. Cada una vive su propia realidad pero lo cierto es que, sobre todo, desde la irrupción de la pandemia, en 2020, que desembocó en recortes al consumo junto a la rotura de las cadenas de suministro y la guerra en Ucrania, que elevó el coste de las materias primas y la inflación han ido acumulando deudas y problemas de caja. «Las empresas son entes vivos y hay que estar pendiente de su ciclo vital. Ni la marca ni los éxitos pasados son garantes de la supervivencia», explica Javier Vello, socio responsable de EY Transforma y de consultoría de negocio de la firma.
Algunas son presas de su propio sector. El caso más paradigmático de esto son las jugueteras. Este año tanto Poly como Imaginarium cerraron sus tiendas en España. Al rescate de ambos, no obstante, ha salido la juguetera alicantina Juguettos. «Es un mercado estacional, que necesita masa y dimensión y que adicionalmente se ha vuelto más complejo ya que los niños se digitalizan antes y tienen más información que hace años», afirma Vello.
No obstante, y aunque los cambios en los hábitos de consumo han afectado, ya no se puede achacar solo a esto. Los problemas van desde una mala política de expansión internacional inicial a las sucesivas ventas a fondos. «Las malas decisiones empresariales aceleran y penalizan más que algunas decisiones de los consumidores. Competir hoy es más complejo que hace 40 años, el tamaño del hogar ha cambiado, los valores y la escala de referencias también, y es difícil que el mismo producto se mantenga inmutable a los cambios que se producen en su entorno», asegura el socio de EY Transforma.
Marypaz, marca icónica del zapato ‘low cost’Marypaz, una vez una marca icónica en Sevilla que revolucionó el acceso a calzado asequible en los años noventa, ha enfrentado una serie de desafíos financieros y estructurales en los últimos ocho años. Fundada en 1972 por Ángel Aguaded, la empresa creció rápidamente, expandiéndose desde Andalucía al resto de España e incluso a otros países. Sin embargo, desde 2016, la compañía ha tenido problemas recurrentes, entrando en preconcurso de acreedores y cambiando de manos varias veces, lo que ha provocado una disminución drástica en el número de tiendas y empleados.
Una tienda Marypaz en una imagen de archivo / / Marypaz
Actualmente, Marypaz se encuentra al borde del colapso, con una deuda superior a los 20 millones de euros y un ERE que afecta a 267 trabajadores, muchos de los cuales tienen décadas en la empresa. La situación es crítica, con la empresa en liquidación y la negociación con un inversor fallida. Ahora, la esperanza recae en una oferta pendiente en el Juzgado Mercantil de Sevilla, que podría salvar una parte de las tiendas y preservar algunos empleos. Mientras tanto, los trabajadores y sindicatos están en una lucha constante para asegurar las mejores condiciones posibles en un momento de gran incertidumbre.
Marie Claire aleja el fantasma de la liquidación Marie Claire, la histórica empresa textil fundada en 1907 en Villafranca de Cid y especializada en medias y ropa interior femenina, ha enfrentado una crisis que la llevó al borde de la liquidación. Tras un concurso de acreedores en Castellón y la negativa de Fogasa a aceptar la oferta inicial liderada por la polaca Koltex, la compañía se encontró en una situación crítica con 72 empleos en riesgo. Con una historia de casi 900 trabajadores en su mejor momento, la última década ha sido testigo de una drástica reducción de su fuerza laboral y de constantes problemas financieros, a pesar de las ayudas públicas que solo lograron un alivio temporal.
Interior de la fábrica Marie Claire de Vilafranca que se encuentra sin actividad desde hace un año. / E. P. M.
Sin embargo, una reciente resolución del Juzgado de lo Mercantil de Castellón ha autorizado la venta de la unidad productiva al grupo For Men, por un precio de 250.000 euros, después de que se corrigieran los defectos de la oferta inicial y de que Fogasa diera su conformidad. Esta venta aleja la amenaza de liquidación definitiva y asegura la continuidad de la empresa, permitiendo que los 77 trabajadores que aún forman parte de la plantilla mantengan sus empleos. Con esta operación, Marie Claire evita el cierre total y da un paso hacia la estabilización, aunque su futuro sigue siendo incierto.
Party se despidió de la fiestaParty Fiesta, la cadena de disfraces y artículos de celebración nacida en Barcelona en 1994, ha anunciado su cierre definitivo tras 30 años de actividad. La empresa, fundada por Miguel Hernández, llegó a expandirse por toda España y otros países como Francia, Alemania, Reino Unido y Marruecos, alcanzando más de 100 tiendas y 400 empleados en su mejor momento. En 2015, el fondo Suma Capital adquirió la mayoría de la propiedad, pero la crisis provocada por la pandemia y la creciente competencia de tiendas low cost debilitaron significativamente el negocio, lo que llevó a la declaración de un primer concurso de acreedores en 2023.
Imagen de un local de Party Fiesta / Redacción
A pesar de superar inicialmente ese concurso y vender la unidad productiva a Nipte 5000 con la esperanza de revitalizar la empresa, Party Fiesta no pudo sostenerse debido a la necesidad de mayores recursos financieros y la dura competencia en el mercado. Finalmente, la empresa ha solicitado la liquidación del negocio, lo que resultará en el cierre de sus 33 tiendas restantes y la pérdida de empleo para 140 personas. Este proceso marca el final de una marca que había sido un referente en el sector de celebraciones durante tres décadas.
Ikatz Fotoprix, cuando lo digital se come lo analógicoIkatz Fotoprix, empresa alavesa que adquirió al gigante Fotoprix en 2017, ha entrado en concurso voluntario de acreedores. La solicitud fue presentada el 16 de abril y aceptada por el Juzgado de Primera Instancia Número 7 de Vitoria-Gasteiz el 22 de abril. La empresa, que cuenta con más de 100 tiendas en España y más de 300 trabajadores, se encuentra en un proceso legal para evitar la quiebra y renegociar su deuda, estando ahora bajo la gestión de un administrador concursal.
Imagen de una tienda de Ikatz Fotoprix / Redacción
Ikatz comenzó su andadura en los años 80 en Vitoria y logró expandirse considerablemente en los 90 y 2000, sobrevivió a la transición digital y, en 2017, adquirió Fotoprix, consolidándose como un referente en el sector fotográfico en España. Sin embargo, a pesar de su expansión y del éxito en la combinación de ventas online y físicas, la empresa se enfrenta nuevamente a dificultades financieras, como ya sucedió en 2014, cuando también tuvo que acudir a un concurso de acreedores.
Duralex, la supervivencia de las vajillas irrompiblesDuralex, la histórica empresa francesa de vajillas de vidrio, ha superado un periodo de inestabilidad financiera, agravado por la pandemia y la crisis energética derivada de la guerra en Ucrania. Declarada en quiebra en 2020, la compañía enfrentó desafíos significativos que la llevaron al borde del cierre. Sin embargo, en un movimiento decisivo, los empleados, con el apoyo de las autoridades locales, han transformado Duralex en una Scop (Sociedad Cooperativa y Participativa), garantizando así la preservación de 226 empleos y la continuidad de la producción.
Vasos de Duralex. / / DURALEX
Este modelo cooperativo se impuso a otras propuestas que habrían implicado despidos masivos, asegurando la supervivencia de la marca. Ahora, la nueva dirección se centra en reconstruir su estrategia comercial y de marketing para revitalizar Duralex. La emblemática vajilla, conocida en España desde los años 70, seguirá siendo un símbolo de resistencia y calidad, preservando su lugar en las cocinas y la cultura popular tanto en Francia como en España.