La Audiencia de Málaga ha condenado a cuatro años y dos meses de cárcel a un hombre, con múltiples antecedentes penales, por robar una cadena a una mujer, a la que se la arrancó de forma violenta cuando esta andaba por una calle de la localidad malagueña de Fuengirola. Además, se le condena por un delito leve de lesiones.
Los hechos sucedieron en julio de 2024. Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado se acercó en una bicicleta a la víctima cuando esta caminaba por una avenida de dicha localidad y trató de arrebatarle la cadera de oro que la misma llevaba colgada del cuello.
Como quiera que no consiguió, se bajó de la bicicleta y le dijo: «Dame la cadena», tras lo que la empujó contra una valla y se la arrebató, junto con el colgante. Estos efectos, según detalla la resolución, han sido tasados pericialmente en la cantidad de 1.210 euros.
Como consecuencia de estos hechos la perjudicada sufrió lesiones consistentes en heridas superficiales que tardaron en curar siete días, sin que presente secuelas. La Sala aplica la circunstancia que atenúa la pena de drogadicción, ya que el acusado era consumidor de sustancias estupefacientes en ese momento, «lo que alteraba levemente sus facultades volitivas e intelectivas».
No obstante, también le aprecia la circunstancia que agrava la pena de multirreincidencia, ya que ya ha sido condenado previamente en al menos cuatro sentencias, dictadas en 2013, 2015 y 2016, por delitos de robo con violencia, con intimidación y con fuerza en casa habitada, según el caso.
Además de por un delito de robo con violencia, se le condena por un delito leve de lesiones y se le impone una multa de dos meses a razón de ocho euros al día. Asimismo, insta a que indemnice a la víctima con 1.210 euros, valor de la cadena sustraída, y en la suma de 250 euros por las lesiones causadas.
El acusado negó los hechos y aseguró que cuando se produjo el robo estaba en el colegio de su hijo, además de asegurar que no tiene bicicleta ni sabe montar. Pero, por contra, la víctima relató lo que ya había manifestado en la instrucción y ante la policía, dijo que vio perfectamente al autor y en el juicio reconoció al procesado «sin ningún género de dudas».