El número de películas centradas en historias de celos posesivos, malos tratos y violencia doméstica es cuantioso. Valérie Donzelli –que también es actriz: ‘Saint Laurent’–, con el apoyo en el guion de Audrey Diwan –que también es directora: ‘El acontecimiento’ y la reciente ‘Emmanuelle’–, propone en ‘Solo para mí’ una relectura llevando el tema por otros derroteros para llegar a similares conclusiones. Aunque por momentos tiene aires de tenso ‘thriller’ sicológico, el filme se mueve mejor por los dominios del drama contenido pese a la situación tratada y las estampas de violencia sicológica que refleja.
Virginie Efira encarna a dos hermanas gemelas. La más introvertida de ellas, Blanche, se enamora, casa y forma familia con un hombre llamado irónicamente Lamoureux (Melvil Poupaud). Los celos afloran poco a poco, aunque antes, a través de leves detalles, ya se han anticipado aspectos del comportamiento posesiso del marido. El relato de un giro nada brusco, muy consecuente, hacia la mitad del metraje. Blanche toma una decisión, y asume las consecuencia de esa decisión. La película se convierte en una pesadilla cotidiana bien tejida y resuelta en su última secuencia, en la que la disposición de los dos protagonistas en un mismo plano resulta totalmente relevante y determinante.