¿Por qué es festivo hoy, 19 de agosto, en Málaga capital?
La rendición de Málaga empieza a pactarse el 13 de agosto de 1487 y van pasando los días, hasta que se decide confinar a la gente en sus casas. Ordena también el rey que se limpie la ciudad de escombros, inmundicias y de cadáveres, porque va a hacer la entrada triunfal. Y eso se produce el 19 de agosto; creo también que por algo especial: es el día de San Luis de Tolosa, primo segundo de los Reyes Católicos. Ese día crean el patronazgo de San Luis de Tolosa, que, por tanto, es patrón de Málaga, aunque los malagueños no lo sepan. Además, aparte de consagrar la antigua mezquita en Catedral transforman la mezquita de Gibralfaro y le ponen el nombre de San Luis de Tolosa. De hecho, en 1491, cuando se hacen las fiestas en conmemoración de la toma de Málaga, el Cabildo, tanto el eclesiástico como el civil, iba en procesión hasta la ermita de San Luis de Tolosa en Gibralfaro. Al año siguiente cambiaron: ya no fueron a San Luis de Tolosa sino a la iglesia de Santiago. Los cambios en la feria vienen de antiguo.
Entran los Reyes Católicos el 19. ¿Se encontraron con cautivos cristianos?
Antes de entrar en la ciudad, ese mismo 19 de agosto quisieron liberar a los cautivos cristianos que se encontraron en el Haza de la Alcazaba. Hay una crónica de un médico austriaco que habla de 752 cautivos; entre ellos un alemán que llevaba 4 años en la Alcazaba. La gente se pregunta por qué tantos: los cautivos se intercambiaban por oro o por algún musulmán importante preso por los cristianos. Fueron liberados en lo que hoy es más o menos la plaza María Guerrero. Ahí se hizo una especie de real, de trono, donde los reyes, acompañados de sus hijos Juan y Juana -la famosa Juana La Loca- reciben a estos cristianos y se produce un episodio muy singular: había un señor de luengas barbas y le dijo a la reina que llevaba cautivo 48 años. La reina Isabel le preguntó: «¿Qué habría usted pensado el día que lo apresaron que quien tenía que liberarlo no había nacido?». El hombre contestó: «Probablemente me habría muerto de pena». Muchos cautivos pidieron licencia para entregar sus cadenas en sus localidades de origen e iglesias. En la fachada de San Juan de los Reyes en Toledo están colgadas 200 de esas cadenas.
«Las tropas cristianas podrían rondar las 100.000 personas frente a una ciudad de 12.000″¿Por qué se decidió tomar Málaga ese verano de 1487?
Había mucho detrás. Ten en cuenta que ellos hacían campañas buscando el buen tiempo, desde primavera a finales de agosto, cuando ya venían las lluvias. El reino nazarí ya estaba prácticamente esquilmado: Quedaba la ciudad de Granada, y Málaga era la segunda ciudad del Reino con un puerto importante a través del cual llegaban las vituallas, la intendencia, las tropas de refresco…, con lo cual era muy importante conquistarla y así cercar del todo la ciudad de la Alhambra. Y así se hizo. El rey dio una orden de reunirse el 15 de marzo en el río Yeguas, cerca de Villa del Río , Córdoba. Cuando quieren darse cuenta se encuentran pernoctando a las faldas de la Peña de los Enamorados y ahí entra el gran problema: ¿qué hacemos, conquistamos Vélez -una plaza importante que ayuda a Málaga- o Málaga directamente?
Y se deciden por Vélez.
Vélez se rindió enseguida: empezó la toma el 16 de abril y el 27 ya se había entregado. Allí reciben, en el propio campamento de Vélez, la visita del alcaide de la Alcazaba de Málaga, Aben Comixa, que intenta pactar una rendición que dé las máximas garantías, conservar la hacienda, su religión, etc. El rey parece que acepta, pues prefería ceder en muchas cosas antes que establecer una guerra. El camino se propiciaba muy fácil.
¿Qué trunca esa rendición pactada ?
Un aguerrido señor muy importante, Hamet el Zegrí, aprovecha la huida de Aben Comixa hacia Vélez, para hacerse dueño de la Alcazaba y Gibralfaro. Al rey Fernando le llegan entonces noticias de que Málaga no se va a rendir y que va a resistir. Hay dos parlamentos más para que se rinda la ciudad sin disparar una sola bala de cañón; pero el Zegrí no quiere escuchar nada de rendición. A partir de ahí el rey dicta que se asedie la ciudad y se conquiste.
¿Con qué tropas contaba la Málaga musulmana?
Unos cronistas hablan de una tropa regular de 9.000 hombres, otros de 8.000, otros de 15.000; vamos a dejarlo en unos 10.0000. Y siempre nos hablan de gomeres, que eran guerreros negros, normalmente eran mercenarios, gente muy aguerrida. Del Pulgar los describía en su crónica de Málaga como «inhumanos» y «recios y refractarios». Además, el Zegrí empieza a reclutar en la ciudadanía, sobre todo para reforzar la defensa de las murallas. Y la verdad es que resistieron: fueron 103 días de cerco.
¿Hubo alguna novedad militar en este asedio?
Lo que hizo mucho daño, sobre todo en la moral, fue el hostigamiento de la artillería cristiana. Jamás se había visto un despliegue tan importante de artillería.
«Las tropas cristianas podrían rondar las 100.000 personas frente a una ciudad de 12.000″¿Eran numerosas las tropas cristianas?
Ellos hablan de 12.000 jinetes y 50.000 peones; aparte de los que llaman zapadores, los que venían abriendo camino para las lombardas… así que se podrían rondar las 100.000 personas, frente una ciudad de 12.000 habitantes, más las tropas de gomeres. Los musulmanes tenían artillería; pero el problema de que era más antigua y tampoco tenían pólvora suficiente, porque no podía llegar ningún barco a suministrarla.
Porque hablamos de un asedio cristiano por tierra y mar.
Ellos colocaron 17 reales o campamentos que daban la vuelta a la forma semicircular que tenía la ciudad entonces. Y por el mar, sobre todo las famosas galeras cristianas, venidas desde Cantabria, Cataluña; incluso algunas andaluzas también.
El historiador malagueño Salvador Jiménez, en otro rincón de la Alcazaba. / Álex Zea
¿Los malagueños llegaron a recibir ayuda del exterior?
Hubo un intento de el Zagal -tío de Boabdil- de que de la Axarquía llegara un contingente con 400 hombres de refresco, pero el propio Boabdil, en un desfiladero los esperó y acabó con la intentona. Sí llegó Algarbi, un santón, un iluminado que decía que había tenido una visión y que el Zegrí iba a ganar la contienda. Él sabía que la única forma de parar esto era matar a la reina o matar al rey. Según las versiones que hay, entonces se dirige al campamento del rey Fernando o bien lo apresan. Lo que sí es cierto es que llega al campamento y quiere entrevistarse con la reina Isabel. El rey estaba con gripe, la reina no lo recibe y Algarbi ve una tienda muy lujosa con un señor y una señora ricamente ataviados jugando ‘a tablas’ -bien, a damas, bien al ajedrez-, y, ni corto ni perezoso, saca un alfanje del cinto y arremete contra don Álvaro de Portugal, pues no era el rey. La señora era Beatriz de Bobadilla, dama de confianza de la reina Isabel, una señora que con aquellos vestidos de entonces no consiguió herirla.
¿Fernando e Isabel acudieron juntos a Málaga?
La reina no llega en un principio. Los cronistas no se ponen muy de acuerdo; parece que llega la tercera semana de mayo. El rey, militarmente, era un gran estratega; pensaron que Málaga se iba a rendir pronto. Además, se empezó a correr el rumor de que había un brote de peste en la provincia y la gente empezó a desertar. Cuando la moral estaba muy baja, el rey mandó llamar a la reina. El día que vino todo fue júbilo, atabales y trompetas. De Isabel dicen que tenía mucho carisma. Por motivos de seguridad la trasladan al extrarradio, donde hoy está lo que nos queda del Convento de La Trinidad.
Con semejante artillería y potencial cristiano, ¿qué estrategia adoptó esa Málaga cercada?
Cuando hablamos de guerra de Málaga no podemos hablar de batallas sino de escaramuzas; algunas muy peligrosas. Por ejemplo, el primer día que llegan -los cristianos-, el marqués de Cádiz establece su campamento entre el cerro de Gibralfaro y La Caleta, momento que aprovecha el Zegrí para atacar con tres divisiones -3.000 hombres- en la vaguada que forma Gibralfaro con el cerro de San Cristóbal. Allí estuvieron seis horas peleando a espada. Al final de la noche, se replegaron los hombres de el Zegrí y los cristianos ocuparon el cerro de San Cristóbal. Aquella noche la pasaron en vela, asustados, porque pensaban que iba a venir otra acometida de los musulmanes. Empezaron entonces al día siguiente a establecer el primer campamento, el del rey Fernando.
¿Cómo se portó la artillería de los Reyes Católicos?
Al Castillo de Gibralfaro le abren una brecha. Creyendo los cristianos que eso iba a ser motivo más que suficiente para que se rindieran los musulmanes, en su lugar la aprovecharon para hacer escaramuzas. Fueron pasando los días y los meses y no se producía ningún avance.
¿Hubo alguna acción decisiva que cambiara todo?
Los cristianos tenían a uno de los más brillantes artilleros que ha dado la Historia, Francisco Ramírez de Madrid. Tenía toda la confianza de los Reyes y hostigaba continuamente las murallas. El rey decía que Málaga era una ciudad tan preciosa que no quería que se la estropeasen. Pero los últimos días, el hostigamiento de la artillería fue criminal. Viendo que eso tampoco hacía efecto, ordenó que se hicieran cuatro minas por debajo de las murallas, para intentar entrar sin ser vistos. Pero los musulmanes dieron con ellas, gracias a los escuchas o espías y contraminaron. Entonces, a Ramírez de Madrid se le ocurre atacar el punto más débil: el puente -luego de Santo Domingo-, con dos torres octogonales en cada extremo y artillado también. El acceso a través de él era con rastrillo. Él colocó un cañón corto, lleno hasta la boca de pólvora, con un agujero en el suelo bajo una de las torres, la que daría a la zona del Perchel. Saltó por los aires la torre, avanzaron hasta la mediación del puente y a partir de ahí, la ciudad estaba ganada; por ahí empezaron a entrar las tropas cristianas. Días antes, el 23 de julio, mil hombres musulmanes intentaron hacer una incursión por la parte del Perchel pero fueron repelidos. Ya sólo quedaba pactar una decisión honrosa, que no se consiguió.
De hecho, con Málaga conquistada, salvo el pequeño núcleo familiar de Alí Dordux, la población es vendida como esclava ¿Fue una decisión cruel o hija de su tiempo y circunstancias?
Hay que ponerse en la época. Además, estamos en una guerra, al rey han intentado matarle a la mujer, le han engañado varias veces, el Zegrí tampoco se anda con chiquitas; es una guerra del siglo XV. El Zegrí no quiere oír hablar de rendición y se va a Gibralfaro. La ciudad se queda en manos de los comerciantes; uno de ellos, Alí Dordux, un hombre muy respetado y querido, pide clemencia por carta al rey Fernando. El monarca se niega, le recuerda que ha tenido varias oportunidades de rendición, que la guerra le ha costado mucho dinero y hombres. Entonces, el rey pide 30 doblas de oro por cabeza. Fue imposible reunir esa cantidad y la inmensa mayoría fueron vendidos como esclavos. Cien cautivos se los regaló al entonces papa Inocencio VIII. La ciudad se quedó prácticamente deshabitada y hubo que repoblarla. Obtuvieron la posibilidad de quedarse en la ciudad Alí Dordux y sus allegados: unas 25 familias. Se convirtió al cristianismo y cambió de nombre: ya no se llamó Alí Dordux sino Fernando de Málaga.
«En el solar del cine Astoria hay 300 caballeros cristianos fallecidos durante la toma de Málaga» ¿Qué pasó con los judíos malagueños?
En Málaga había 450 judíos. Era gente dedicada al comercio y sobre todo prestamistas y cambistas. En principio a los judíos que vivían en la Judería, el rey les permite que vivan fuera de las murallas, donde hoy está el túnel de la Alcazaba. De esos 450 se quedaron 120.
¿Es cierto que un famoso marino estuvo por esas fechas en Málaga?
Cristóbal Colón estuvo en la toma de Málaga. Vino a cobrar 4.000 maravedíes. Estuvo en la huerta del Acíbar -campamento del rey Fernando en la Victoria- y se alojó en un mesón justo enfrente de la iglesia del Sagrario, donde luego estuvo el Hospital de Santo Tomás.
¿Quedan huellas históricas de esos 103 días de cerco?
Por ejemplo, en el Convento de la Trinidad están enterrados aquellos artilleros que, acompañando a Francisco Ramírez de Madrid, resultaron muertos. Y en el cine Astoria hay 300 caballeros cristianos que habían fallecido durante la toma de Málaga. Hay que tener en cuenta que la muralla de Málaga terminaba ahí, y ahí empezaron a enterrar. Por eso pienso que en el solar del Astoria no había que construir nada.
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