Las grandes telecos europeas llevan años alertando de que ya se han cansado de asumir en solitario inversiones milmillonarias para desplegar las redes de telefonía e internet sobre las que se apoya la transformación digital y reclamando a la UE un cambio regulatorio que fuerce a las grandes plataformas digitales como Meta (Facebook), Google, Netflix o Amazon a asumir parte del coste de las infraestructuras de telecomunicaciones de la que se benefician para explotar sus negocios.
La Comisión Europea ultima la apertura de una consulta pública como paso previo a estudiar seriamente un cambio de las reglas del juego a las puertas de la nueva ronda de fortísimas inversiones que habrá que acometer para el despliegue de la nueva generación de conexiones móviles 5G. Una reforma que puede abrir la puerta a que los gigantes tecnológicos tengan que pagar por el uso de las redes digitales que despliegan y operan las telecos.
A las puertas de que se abra esta consulta pública, las grandes patronales de las telecos (DigitalES) y de las tecnológicas (Ametic) con presencia en el mercado español protagonizan un choque a cuenta de cómo repartir el coste de la expansión de las redes necesarias para hacer realidad la transformación digital de la economía y de la sociedad en su conjunto.
Ametic, que agrupa a las empresas de la industria tecnológica, electrónica y contenidos digitales, reclama “prudencia” y un “amplio debate” antes de dar el paso de imponer una tasa a las empresas que basan su actividad en el uso de internet para compensar a las operadores de telecomunicaciones por el coste de transportar su tráfico, y alerta del impacto que podría tener en ciudadanos, empresas y en el propio funcionamiento de internet.
La asociación alerta de que los usuarios ya pagan a las telecos por una conexión a internet para acceder a los contenidos, por lo que gravar también a las plataformas para que paguen por la red cuando su cliente utiliza la conexión equivaldría a una doble imposición para el mismo servicio. Además, Ametic subraya que las tecnológicas también realizan inversiones millonarias en infraestructuras de internet para levantar centros de datos o cables submarinos.
“Las empresas de internet dependen de una comunidad de usuarios conectada que consuma los contenidos propuestos, lo que a su vez anima a los consumidores a contratar servicios de internet de alta capacidad, generando un “círculo virtuoso” de dependencia mutua en la que cada parte aporta servicios distintos y complementarios, en beneficio del usuario”, subraya Ametic, que denuncia que imponer una “network tax” implicaría condicionar el uso de la red a ese pago, dando a las telecos el poder de discriminar entre diferentes contenidos y supondría una restricción a la libre distribución de contenidos.
Desde DigitalES, que agrupa a los grandes operadores de telecomunicaciones del país -antiguamente integrados en la propia Ametic hasta su segregación hace unos años-, se defiende igualmente la necesidad de abrir un debate sobre el pago por uso de las redes, pero reclamando el resultado tras el mismo estrictamente contrario que defiende la industria digital.
La asociación de las telecos subraya la necesidad de un debate sobre “cómo alcanzar una contribución que sea justa” para que las grandes plataformas digitales “ayuden a la gestión del tráfico que generan y que tensiona enormemente la capacidad de las redes”. Telefónica, Vodafone y Orange han venido reclamando durante años que las grandes tecnológicas ayuden a financiar las inversiones en nuevas redes (15.000 millones en los últimos años), dado que sólo seis grandes grupos (Google, Facebook, Netflix, Apple, Amazon y Microsoft) concentran el 60% del tráfico de datos que pasan por ellas.