En pocas ocasiones se llenaron tanto las dependencias de la Real Academia de San Telmo, en el Palacio de la Aduana, como en la tarde del pasado jueves.
Además de representantes de primer nivel de todas las administraciones, empezando por el alcalde, Paco de la Torre; no faltaron compañeros de la Universidad de Málaga; presidentes de otras academias; amigos; familiares ni alumnos de la catedrática emérita de la UMA Rosario Camacho; además de sus compañeros de la Real Academia de Bellas Artes San Telmo.
Después de ejercer como vicepresidenta con Alfonso Canales y José Manuel Cabra de Luna, Charo Camacho se convirtió el jueves en presidenta y, de hecho, en la primera mujer en presidir esta academia, fundada en 1849, una institución a la que debemos el Museo de Bellas Artes y, sobre todo, un apoyo constante a la promoción de la Cultura, además de una conciencia crítica y no complaciente con los problemas, retos y necesidades de Málaga.
La sede de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo se llenó a rebosar, para el nombramiento de Charo Camacho. / A.V.
Fue también la despedida como presidente del artista, escritor y abogado José Manuel Cabra de Luna, quien agradeció los diez años y dos mandatos de apoyo de sus compañeros; por eso recalcó que el formar parte de una academia no es una vacua cuestión de honores sino «un trabajo continuo y conjunto en beneficio de la sociedad entera», porque una institución como San Telmo es, ante todo, un «centro transmisor de conocimiento» abierto a todos.
De Charo Camacho dijo que era una compañera académica «a la que tanto debemos todos y a la que Málaga tanto adeuda».
Charo CamachoLa nueva presidenta, para quien no tenga la suerte de conocerla, además de un lujo para la Universidad de Málaga es una persona excepcionalmente brillante, sencilla, nada amiga de protagonismos y muy trabajadora, así que lo que prometió, en la medida de sus posibilidades y la de los 40 académicos de número que le acompañan en San Telmo, fue trabajar por Málaga y su Cultura «con rigor y calidad», en todas sus modalidades, para demostrar que son una institución «viva y dinámica».
Rosario Camacho, durante su discurso de toma de posesión como presidenta de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo. / Álex Zea
Por eso, anunció proyectos en el campo de las Artes Plásticas, la Arquitectura, la Literatura, la Música y la defensa y difusión «de nuestro Patrimonio», que tan bien conoce; además de colaborar con las dos «academias hermanas», la de Ciencias y la de Antequera.Tareas en la que San Telmo lleva nada menos que 176 años dando ejemplo. Y sin duda lo seguirá haciendo con Charo Camacho al frente. Muchas felicidades.
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