Estreno singular el de mañana en las salas de exhibición españolas: ‘Mi soledad tiene alas’. Sí, es la primera película como director del intérprete e ídolo de masas Mario Casas pero también el debut como actriz de la malagueña Candela González, una graduada en Comunicación Audiovisual que iba para rapera y que ha terminado como una de las más fulgurantes promesas del cine patrio.
Casas buscaba a una intérprete que no hubiera estudiado Actuación para el papel de Vio; perseguía naturalidad, frescura y un talento poco trillado, desconocido. Candela se presentó a los cástings y, eureka. El protagonista de la película, Óscar Casas (hermano de Mario): «Vais a flipar con lo que ha hecho en la película. Es una nueva actriz, este es su primer proyecto y creo que le va a cambiar la vida, porque lo que hace es mágico», afirma el actor, quien, por cierto, inició una relación sentimental con la malagueña durante la filmación de la película.
‘Mi soledad tiene alas’ cumple el sueño de Mario Casas de resucitar el cine quinqui, quizás el subgénero más español de todos, el de adolescentes atolondrados que descubren su libertad pegando pequeños palos y viendo la vida pasar en descampados del extrarradio. Casas nos lleva a un barrio humilde a las afueras de Barcelona y nos presenta a Dan (Óscar Casas) y sus dos amigos, Vio (Candela González) y Reno (Farid Bechara), que viven sin pensar en el mañana, entre fiestas y dando palos a joyerías. Pero Dan no es un simple delincuente sino que tras su apariencia chulesca y cani esconde está agazapado un artista con una sensibilidad especial.
Candela González, Mario Casas y Óscar Casas, en un descanso del rodaje La Opinión
Rapera Candela González nació en Málaga en 1998, tiene 25 años y, con 15 se mudó a Madrid con su familia, donde empezó a estudiar Sociología y Ciencias Políticas, aunque acabó cursando Comunicación Audiovisual, graduándose en la Universidad Complutense de Madrid, con la especialización en Cinematografía y Producción de cine y vídeo. Mientras le daba al audio también: en 2019, apodada Candela Cuore, se dio a conocer como miembro del colectivo femenino de hip hop FreeSisMafia. Rap exigente, que conoce al dedillo a los grandes referentes (el nombre es un guiño al seminal combo Three Six Mafia) y que no buscaban la fama a través de los tangas y el rollo sexy: «No somos ni sexis, ni políticas; somos raperas», declararon en un reportaje en ‘El País’.
La malagueña demostró que su bolígrafo estaba a la altura de su pose, contundente, callejera: «Lavo todos mis pecados / aquí solo llegas a nado / Trago saliva y no amago / pasa la vida no era un ensayo / Estallo y hallo formas difusas en sitios sagrados / Hay algo raro, Gabo, ato cabos / Esos gallos no me han tocado», rapea en uno de sus temas en solitario, ‘Latido’. Llegó a colaborar en un feat con los muy en boga Ill Pekeño & Ergo Pro, demostrando que lo suyo iba muy en serio.
Poco o nada más se sabe de las aventuras musicales de González. De los estudios de grabación ha pasado a los sets de rodaje, las alfombra roja de los estrenos (regresó a su Málaga como invitada, junto a su pareja, del Festival) y las revistas del corazón. Quién le iba a decir cuando se apodó Candela Cuore que acabaría en las páginas de las revistas del cuore.