Impactado por el estallido de la Guerra Civil, que le había obligado a exiliarse en su propio país, el hispanista británico Gerald Brenan buscaba descubrir los secretos del carácter español y creyó encontrarlos en su literatura, para lo que, en apenas dos años, leyó unos 250 libros de todos los tiempos.
El resultado de su investigación fue la obra ‘La literatura del pueblo español’, de la que ahora ve la luz una nueva edición publicada por la editorial Renacimiento junto a la Casa Gerald Brenan de Málaga.
«Este libro se fraguó mientras Brenan escribía ‘El laberinto español’. En ese momento descubre que una parte absolutamente imprescindible para intentar comprendernos es nuestra literatura», afirma en una entrevista con EFE Carlos G. Pranger, responsable de esta edición y experto en la obra del hispanista.
De hecho, en ‘El laberinto español’ ya había «referencias constantes a autores y movimientos, como Galdós o el misticismo», por lo que Brenan «encontró ahí la semilla, terminó aquel libro y siguió indagando sobre la literatura».
Un libro peculiar»Pero no existía el libro que necesitaba, y decidió escribirlo él», añade Pranger, que apunta además que esta obra «es muy peculiar para ubicarla». «No es exactamente un manual académico, sí quizás un ensayo literario ordenado cronológicamente, pero también puede ser incluso un libro de lectura, porque el análisis de ideas literarias y de biografías de los autores está intercalado con conclusiones y opiniones relacionadas con el carácter de los españoles».
Es un libro «absolutamente heterodoxo» en el que Brenan «abraza la libertad al interpretar una literatura tan rica y de un sabor tan especial como la española». «Lee todos esos libros, los va rumiando y va analizando las emociones que le han provocado, que plasma luego por escrito».
Escrito entre 1946 y 1948, se publicó por primera vez en Inglaterra en 1951, pero a España no llegó hasta 1984. «Brenan fue uno de los autores anglosajones censurados, hasta 1974, cuando se publica por primera vez ‘Al sur de Granada’, aunque ‘El laberinto español’ o ‘La faz de España’ habían circulado de manera clandestina».
Análisis muy personalAhora, con esta nueva edición, quiere que esta obra «ocupe el lugar que merece». «El libro me ha reconciliado con gran parte de la literatura española que me enseñaron en el Bachillerato, que era demasiado hermético y frío. Brenan hace un análisis muy personal y cálido, y establece muchas analogías con otras literaturas como la inglesa, la francesa o la italiana», resalta Pranger.
Brenan compara a Cervantes con Joyce o al Arcipreste de Hita con Geoffrey Chaucer «en un ejercicio de literatura comparada, arriesgado a veces, que es parte del encanto de este libro». En el apartado biográfico, presenta a Cervantes como alguien fracasado en su vida, «que encarna al héroe trágico de la literatura, con penurias, encarcelamiento y pobreza, y pese a todo capaz de ir solventando todo hasta crear una obra intemporal y maestra».
El carácter españolA través de la literatura, descubre el carácter de los españoles, «una gente tan absolutamente hospitalaria y solidaria pero que, de repente, ante determinadas adversidades, se rebela de una manera absolutamente atroz», apunta Pranger.
El libro estaba dirigido a lectores de habla inglesa, porque Brenan consideraba que «la literatura española, a excepción de obras como ‘el Quijote’, había viajado mal y no había trascendido demasiado sus fronteras, y quería paliar esas carencias», según el editor.
Por su parte, Alfredo Taján, director de la Casa Gerald Brenan, con sede en el inmueble que habitó durante más de 15 años el hispanista junto a su esposa, Gamel Woolsey, ha resaltado a EFE que este libro supone «un acontecimiento en el panorama del conocimiento de la literatura española».
Para Taján, esta obra «tiene la impronta de un libro divulgativo y pedagógico» y ofrece «una visión novedosa de la literatura hecha en español desde los romanos» en un acercamiento «desde otro punto de vista que no es el académico español» a cargo de Brenan, quien muestra «una increíble capacidad de retención y asimilación».