La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha llegado al Senado casi con el tiempo justo a la Comisión de comunidades autónomas del Senado, pero se ha hecho notar. Su discurso ha estado precedido por el de varios compañeros del PP, donde el andaluz Juanma Moreno ha pronunciado un discurso muy nacional criticando los privilegios de Cataluña y donde el aragonés Jorge Azcón se ha declarado «rebelde en favor de la unidad de España». Pero ha llegado Ayuso y el discurso ha alcanzado otro cariz con la alarma que ha lanzado: «Pronto no habrá españoles».
Se refería la presidenta madrileña a lo que puede suceder si sigue adelante la eventual amnistía del futuro Gobierno de Pedro Sánchez para los independentistas. Y para empezar con su discurso lo primero ha sido dejar los conceptos claros, como ha hecho previamente esta mañana en la Asamblea al echar mano de la RAE para definir el antisemitismo con el que ha acusado a su oponente Mónica García. «Indulto quiere decir que te perdonan; amnistía quiere decir que el Estado te pide perdón”, ha dicho dejando claro que estas palabras son del portavoz de Puigdemont, Toni Castellá.
En su equipo ya advertían que Ayuso no venía al Senado para pasar desapercibida, si su discurso se basa en la confrontación hoy que venían a la Cámara Alta con ese objetivo no iba a ser menos. En su intervención la declaración de intenciones quedaba clara cuando, poco después de que su compañero Carlos Mazón haya hablado en valenciano delante de sus señorías, ella se refería a la «Generalidad» de Cataluña.
Ayuso ha salido a la tribuna y ha acusado al Gobierno de «no dar la cara», ni Sánchez ni nadie de su ejecutivo, una «ausencia vergonzante», ha lamentado. La presencia del máximo representante de Cataluña ha facilitado al PP el discurso, permitiéndoes confrontar también con él aunque ya no estuviera presente, aunque Ayuso ha hecho de menos al catalán: «El Presidente de la Generalidad de Cataluña ha venido al Senado porque le convenía en clave interna, para reforzar su partido frente a Puigdemont; portavoz oficioso del Grupo Socialista y de Sánchez».
«Ellos hablan con claridad, porque se ven a sí mismos vencedores», explicaba la dirigente madrileña, al tiempo que recordaba que esto es posible porque «Sánchez subasta España y las instituciones a cambio de unos meses o unos años más de poltrona». «Quiere que España pida perdón a cambio de su investidura», ha apuntado, pero convencida de que «el mercadillo» en el que ha convertido España tendrá respuesta: «No nos van a callar». Ahí es donde ha augurado que «si esta indignidad triunfa, pronto no habrá españoles».
«Ahora ya solo les queda limar la redacción de la ley (…). A ver cómo dicen en la exposición de motivos que el único motivo de la ley es conseguir los 7 votos que necesitan para seguir en el poder». Y a partir de ahí, una suma de críticas pero ni una palabra sobre la financiación autonómica, algo que sí han hecho todos sus compañeros de partido compartiendo la línea en la que Génova había preparado este frente común de todos sus barones en contra de las negociaciones de Sánchez con los independentistas.