Las monedas y algunos billetes siempre han sido la diana de algunos consumidores incluso de los bancos. Recientemente, el Banco de España ha querido lanzar un mensaje a todos aquellos que tienen en sus manos billetes de 500 euros. Como muchos saben, ya es menos frecuente tener en casa este tipo de billetes, incluso es una tendencia que se ha extendido a toda Europa.
De hecho, el billete de 500 se acabó destinando principalmente a actividades ilegales y al blanqueo de dinero, por lo que empezó a ser controlado y seguidamente eliminado de la circulación, salvo en casos excepcionales. Actualmente, la situación con estos billetes es sencilla: solo circulan aquellos que se emitieron antes de 2019. A partir de ese año, el Banco de España dejó de fabricarlos ejecutando una recomendación del Banco Central Europeo (BCE). El motivo principal fue la relación de estos billetes con actividades delictivas como fraude o blanqueo de capitales, que obligó al Banco central a frenar su circulación.
¿Qué ocurre con estos billetes? Es importante tener en cuenta que hay ciertos sectores profesionales que pueden «recircular» estos billetes. En concreto, lugares: los Bancos, las Compañías de transporte de fondos y las Oficinas de cambio de moneda.
La Agencia Tributaria con el objetivo de combatir la economía sumergida, regula ciertos movimientos de dinero en efectivo. Esto lo que supone es que este organismo puede pedir información y solicitar un justificante para ingresos superiores a los 3.000 euros. Además, Hacienda tiene el poder de controlar los movimientos de dinero en metálico que sean mayores a 500 euros.
Con el fin de hacer frente a los fraudes, el Gobierno aprobó a finales de 2020 una nueva normativa para limitar los pagos en efectivo. De esta forma, la Ley 11/202, dicta que la cantidad máxima para pagar algo en metálico es de 1.000 euros. Si se quiere comprar por un precio superior a este, se deberá utilizar otro medio de pago electrónico.