Mekky, que fue condenado a dos años y diez meses de cárcel como cómplice del segundo crimen, una pena conmutable al tiempo que pasó entre rejas de forma preventiva, llegó la noche de ayer jueves a Suecia tras autorizar la Audiencia Nacional a finales del mes pasado su extradición. Las autoridades escandinavas lo han encarcelado provisionalmente como sospechoso de dos delitos graves de narcotráfico en Suecia y otro en Dinamarca, su país de origen, por los que se había solicitado la extradición desde España. La Fiscalía sueca pretende incluir en la acusación provisional cuatro delitos más por narcotráfico y posesión de armas, aunque para ello necesitará el visto bueno de las autoridades judiciales españolas, según explicó a SVT la fiscal Lisa Åberg.
El último en caer Mekky fue detenido en 2020 en los Emiratos Árabes en una operación muy mediática, ya que fue la guinda de una compleja investigación que acabó con el grupo más violento que ha pasado por la Costa del Sol. Amir consiguió eludir la acción policial en nuestro país en 2018, pero fue finalmente localizado y detenido en Dubai, ya durante la pandemia.
El peor parado en el juicio por los asesinatos ha sido Ahmad Abdul Karim, mano derecha de Mekky, ya que reconoció ser el autor material de los dos crímenes por los que ha sido castigado a 12 años de cárcel. Sin embargo, el hermano de Ahmad, condenado a 3 años y 11 meses como cómplice en el asesinato de Ávila, es el que más pena de cárcel cumplirá en España, puesto que suma otros 34 años por los ataques con explosivos contra la vivienda de un rival en el Benahavís y una de sus empresas en San Pedro Alcántara, en Marbella. El hermano de Amir, también implicado en la ejecución del Maradona, fue sentenciado a tres años y medio de prisión.